domingo, octubre 30, 2005

Oda destemplada

Me inundas la garganta en un nudo que me asfixia…
Descolocas mi cabeza, me atontas… sin caricias.
Y encima no me dejas que te pierda de vista…


Te apoderas de mi ser, mi voz y mis entrañas…
me ofuscas la visión, el sueño, el pensamiento,
te adueñas de mi tiempo, mis ganas, mis deseos…
y me dejas más que exhausto… perdido, obnubilado…


No puedo ni alejarme, no puedo, de tu lado…
La madre que te parió… jodido constipado.

(Con cariño, a todos los mocosos y mocosas... que sufren el catarro y sus efectos...)

sábado, octubre 29, 2005

Nos vemos en el infierno

El infierno debe ser un lugar increíble. Sin duda me despierta más curiosidad que conocer el cielo, que no es pa mí. Y no sé qué es lo que me despierta tanta curiosidad de un paraje que tanto pertenece al imaginario colectivo, tan forjado a golpe de miedo en aras del cristianismo. ¿Hasta dónde llega la dimensión del mito? Tan idiotizado por los fieles, tan fidelizado por los idiotas. Con todos los respetos… La religión, que todo lo-cura, se nutre de vilezas y bondades, no sé si por igual… o descompensadamente, pero creo que siempre barriendo para casa… De siempre se identificó el infierno como el lugar a donde van a parar lo hijosdeputa, los cabrones repelaos, los pecadores… y los mercenarios y viles gentes en general del universo universal.

"...creo que las puertas del infierno deben estar, cómo mínimo, como las
puertas delcortinglés el primer día de rebajas, marujas incluidas."

La propia existencia del cielo, por definición, implicó la existencia del infierno, por oposición. Pero… a ver si va a resultar que lo del cielo es una coña… y sólo hay infierno infiernoso por los cuatro costaos??? Imaginando, imaginando…, y en caso de existir, debe ser un tanto extraño sentirse parte de una comunidad tan selecta y tan elitista. Donde los malos, malean….y los hijosdeputa se lo pasan en grande. O eso dicen... las malas lenguas. Las calderas de Pedro Botero se alimentan entonces, ahora y siempre, de los huesos, carnes y pieles de los millones de infieles que no siguieron el camino recto del señor, las indicaciones del evangelio y las consignas vaticanas pre y postconciliares. Con dos cojones… creo que las puertas del infierno deben estar, cómo mínimo, como las puertas delcortinglés el primer día de rebajas, marujas incluidas. Me sobran los motivos para intuir que, mientras San Pedro se aburre soberanamente, mientras hace sudokus con las barbas, esperando ver llegar las pocas almas de bien, almas de Dios, El Demonio, entretanto, hace el agosto con un chiringuito en las playas del infierno, tirando cañas, poniendo tintitos y pesacaito frito a tutiplén. Haciendo caja ¡cling! $$$ !cling¡.

Aún así, y tratándose de un lugar con tanta fama, entiendo que el infierno debe tener algo así como una lista de espera para poder entrar, como un club donde debes argumentar una serie de motivos para que te permitan entrada. En algunos casos, también imagino que más de uno tendrá vía preferente o urgente para lograr el acceso, algo así como la clase VIP, nada que objetar… hicieron méritos. El infierno es para todos los que creen… merecerlo.

Aunque también los habrá sorprendidos al darse cuenta de que figuran en la lista negra del $r. $ataná$. Y en ésas estoy, mientras me parto el eje, imaginando la jeta incrédula y ridícula de tipos peculiares, bien conocidos por todos, que minutos después de palmar y marcharse al otro barrio, llegan al chiringo de “El cuernos” preguntando por San Pedro, y Satán les recomienda relajarse, ponerse cómodos y dejar el abrigo en la puerta porque en su nueva morada no van a pasar más frío, ni siquiera se van a constipar.

"Tipos duros y cristianos de convicción. Políticos de altar y
confesionario. Estadistas de alto nivel y baja condición que, con la religión y altas dosis de moral confesional, han enarbolado causas comunes abrazados a las biblias..."

Imaginando, imaginando puedo fotografiar a tiparracos como los Bush (Da igual si el padre o el hijo), Rumsfeld, Pinochet, Aznar, Milosevic, Berlusconi, Tatcher, Acebes, Menem, Trillo, o el propio Ratzinger… Por no hablar de otros de gran renombre que ya palmaron años atrás... mejor no recordarlos. Se lo imaginan??? Tipos duros y cristianos de convicción. Políticos de altar y confesionario. Estadistas de alto nivel y baja condición que, con la religión y altas dosis de moral confesional, han enarbolado causas comunes abrazados a las biblias y han hecho/hacen la 13-14 por el mundo como buenamente les sale/les salió de los cojones.

A todos ésos me gustaría a mi ver entrando en el infierno. En el puro chungo, incrédulos, revisando el listado una y otra vez, mientras reclaman: “Debe haber un error…”, “Esto no puede ser…” A lo que el demonio, cabroncete él, les responde: “No se preocupen… van a pasar tanto tiempo aquí que tienen todo el del mundo para buscar una explicación… si es que no lo ven claro…”

Entretanto, y después de ser consciente de que yo no tendré otra opción que la del infierno, por mi aceptada condición agnóstica, me he propuesto aprovechar el tiempo aquí, en la tierra, no para hacer méritos como otros, sino para disfrutar hasta morir… y guardar algo para echarme unas buenas risas con Satán en la barra del chiringo, quién sabe, lo mismo está buscando camareros.

jueves, octubre 27, 2005

En tregua conmigo mismo

Hace días que no publico nada... y les pido disculpas... pero no piensen que se me olvidó escribir. No es eso. Escribo, hoy, quizá más que nunca... lo que ocurre es que no encuentro el valor de publicar lo que me sale de la pluma... no junto cojones para ser capaz de publicar lo que destapa el alma. Quizá porque no es el momento, quizá porque no me encuentro, quizá por que no es... y punto.

Entretanto, me han pasado muchas cosas en estos últimos días... las suficientes como para mantener un pulso enconado con mi propia existencia. Moral y personalmente estoy en tregua conmigo mismo. Me doy un hueco, un respiro, aunque sea pequeño. Porque lo ansío, porque lo necesito.

Lamento que esto se traduzca en que no publique tanto como me gustaría, aunque no haya dejado de escribir... egoístamente, sólo he dejado de compartir... Les pido disculpas por la parte que les toca.

En todo caso, lo publicado hoy no es sino una parte de mí. Parte, digo, de entre lo más presentable que brotó de la pluma. No va buscando a nadie aunque está dedicado a los que son parte de mí, en mayor o menor medida, a modo de homenaje. Y aunque sabéis quienes sois, os lo merecéis.

Dedicado, entre otros, a la persona más lúcida que conozco, porque ve mejor que nadie aunque no sea a través de sus ojos. Sé fuerte! Ahora más que nunca.

También lo quiero compartir con alguien que, pese a estar muy lejos, me regaló una postal... y cumplió una promesa. Algo tremendamente dificil para los tiempos que corren. Gracias!

Así, otra ración a un compañero con principios que, para su suerte, sólo ha dado hasta hoy con mujeres sin principios. Eres un fenómeno.

En las mismas estoy cuando me acuerdo de La Llave: eres fuerte porque haces fuertes a los demás. No cambies nunca... o no te vayas nunca demasiado lejos.

En el camino, te lo dedico a tí, que sabes quien eres porque me crucé contigo, o tú conmigo, y me brindaste un sueño imborrable lejos del sol... que algún día se repetirá... Do you still believe???

Y por último, al llegar al final, eres tú quien falta. Sigo teniendo la sensación de que te conozco hace mucho tiempo, tanto que me asusta sólo pensarlo. Pero yo debí conversar contigo en otra vida... donde, igual que en esta, no me defraudaste, ni podrás hacerlo nunca, por mucho que te empeñes, antes de doblar la esquina. Alguno de estos versos es sencillamente tuyo.

A mi sobrinita, Julia, por crecer y por llenar de felicidad mis momentos duros... tú si que eres un verdadero ángel!

A todos los que me leéis, me aguantáis, me soportáis, me sufrís y me queréis... porque el sentimiento es mutuo!!!! Jajaja

Menuda parrafada...no? Si ejque soy un pesao!!!

Un abrazo,


Recuerdos incautados

Recuerdos incautados
que claman lo que esconden,
en sueños derrotados
que no dicen tu nombre.

Lo pierdo, entre balizas
Lo encuentro en un cajón,
Me das, pero me quitas…
Y callas… con pasión.

Deslumbro, de pasada.
Destiño como vos…
No encumbres en mí nada…
Soy propia decepción.

Amasando desidias
rubricas los estoques.
A tientas, sin malicia,
aunque no los provoques.

El miedo te convence
llevándote al enroque…
Nadando, mar adentro,
sin que el agua te roce.

Clavados en el cielo,
anidando en la noche,
De día: desconsuelo…
tus ojos son reproche.

Espejo sin sentido:
“No mires, no lo intentes…
O perderás el rumbo
por empeñar tu norte”.

Sacudes las alfombras,
Desatas tempestades,
esperas ser la sombra
bajo un haz de puñales.

No guardes las heridas:
Perdona lo que soy.
Quizá la culpa es mía…
Que no sé donde voy.

Al alba, mi partida.
Mi huida, ¡qué se yo!
Me basta con soñarlo...
Me basta con tu voz.

lunes, octubre 17, 2005

Bajo mis pies se condensan las pisadas...


Bajo mis pies se condensan las pisadas...
de un corazón con piernas que camina
hacia el destino, y me lleva de puntillas,
con pisadas de pasión, de vida, de esperanza.

A golpes de zapato me sostengo
sobre el asfalto negro y sobre el techo,
como el que entronca paz y desencuentro:
Me basta con mirar al firmamento.

Así de apasionado soy y vengo.
También en lo fatal y lo más negro.
Lamento la verdad, como Serrat:
“No es más triste la verdad,
lo que no tiene es remedio”

Y llevas tanto tiempo defendiendo
tu paso al caminar, tu desacuerdo,
llegando a imaginar que eres de hierro...
pa darme cuenta, igual, que también yerro.

Camino sin destino, camino sin camino:
“poquito a poco entendiendo,
que no vale la pena andar por andar,
que es mejor caminar pá ir creciendo”

miércoles, octubre 12, 2005

Perra Vida...desde...

La habana no es una isla

Asimilando la verdad en mis pupilas, mientras el humo me recorre en la sangre de punta a punta. Como un caprichoso espejismo, me atrevo a mirar a la calle a través de los grandes ventanales que rodean este lugar. Antes siempre me refugiaba en el rincón, junto al piano, a leer o escribir, y ahora, sin embargo, me reservo estancia en aquel sitio desde donde puedo ver pasar la vida. Mucha vida. Quizá es que hoy la curiosidad se despertó en mi piel, o que la ceguera transitoria desapareció gracias las caricias del algodón empapado en manzanilla, como cuando era niño. Aunque no lo parezca, uno se define tal y como adapta su postura ante la vida. Y aunque tampoco lo parezca, os estoy hablando del pequeño pero acogedor lugar donde he “vivido”, y lo confieso, muchos momentos que no caerán nunca de la retina, aunque el tiempo pase.

"...militando en la religión de un café supremo, cobijándome de la lluvia que mojaba ahí fuera..."

Ellas y ellos, todos y ninguno, juntos y separados, pudieron, o no, encontrarme aquí, donde ahora escribo, militando en la religión de un café supremo, cobijándome de la lluvia que mojaba ahí fuera, un cigarrillo tras otro, inundando de historias y verdades, de desengaños y alegrías que celebrar en los primeros pasos de algo para compartir. Ante las esencias mismas de los sueños tatuados a la espalda, esos sueños llenos de inocencia y fe. Un rincón mucho más que único. Y todo desde una isla, con vistas al mar, en unas confortables butacas desde donde siempre nos quedó la ilusión de compartir y de pedir otro café con mucha espuma, con mucho talento, con mucho cariño. Y, como las Supremas y las empanadillas, en Móstoles… ¿quién lo diría?

Es en este lugar en donde he disfrutado de pausadas tardes, a base de titulares por desmembrar y miles de noticias tristes, que parecían más tristes con la lluvia mojando los adoquines de la plaza. También de libros interesantes que me atraparon hasta la estocada final, donde morían al llegar a la contraportada. Así como de interminables conversaciones, unas más convulsas y otras sosegadas, entrelazando destellos con bajezas, hilvanando la filosofía con lo más mundano y cheli que te puedas echar a la cara. ¡Dios mío! –siempre dijimos– ¿Qué pasaría si este piano cabrón hablara?


"Anécdotas irrepetibles a pesar de tardes grises. Nada como cruzar aquel umbral y pedir un café, nada como eso conseguía cambiarte el mundo..."

Entre risas, me recuerda siempre Esteban, –un hombre irrepetible e indescriptible que ha visto mucho a través de sus ojos mientras luchaba detrás de la barra y que sabe enseñar más con el silencio que con las palabras. Un puro genio–, mis escarceos juveniles a ritmo de nuevo disco de Revólver… y es que La Habana era mi sitio. Siempre lo fue desde el mismo día en que empecé a llevar allí a tomar café a todos mis amigos y a todas… mis amigas. Anécdotas irrepetibles a pesar de tardes grises. Nada como cruzar aquel umbral y pedir un café, nada como eso conseguía cambiarte el mundo y dejar aparcado en la puerta todo lo que jode, todo lo que hiere, todo lo que sobra.

No sé que sería de mí –y de nosotros– si se cierra este lugar… Mejor será no pensarlo. Entretanto, nada mejor que los hechos, porque sigo tomando café, quizás con más cariño cada día, en esta isla tropical en pleno pueblo, o ciudad, como lo llaman algunos, con sabor sureño, de histórica vehemencia y mal recuerdo para con los franchutes… el 1808 y Andrés Torrejón les jodieron los cálculos del riñón a Napoleón y sus compadres. Aunque no sé yo muy bien si para su suerte o para nuestra desgracia.

¿Otro café...?