domingo, octubre 29, 2006

Siete...


Siete son las verdades que me creo,
Siete, de cada nueve que me cuentas.
Siete son hoy, como ayer, los mismos versos,
Siete, que me definen sin más letras.

Siete barbaridades me propuse...
Siete que se quedaron sin hacer.
Siete los vientos que soplaban del norte,
Siete, que me hicieron volar de pie.

Siete las alegrías de un gran paso...
Siete sonrisas sin saber por qué...
Siete caladas en este cigarro,
siete, que me duraron un café.

Siete, sí, siete son las meigas.
Siete cuchillos con que afilar la piel.
Siete las esperanzas de un mal trago,
Siete sin ti, siete para no volver.

Siete desangeladas pesallidas,
siete balcones para poder ver:
siete sentidos... sin contar el olfato,
siete en cada latido a contrapié.

Siete mil maravillas a diario,
Siete que no te cuento y que guardé,
siete, para cuando seas más pequeña.
Siete sorpresas que nunca olvidaré.

Siete recuerdos al verte desnuda,
siete formas de amarte... ¿siete o seis?
Siete despertadores que camuflan
legañas que te tengo que esconder.

Siete de cara y cruz... Siete de canto.
Siete que siete y siete... serán tres.
Siete en la mano y ciento van volando...
Siete menos cuarto, casi diez.

Siete sacos de flores sin ser rosas,
Siete postales de un amor francés...
Siete que me empujaron media vida,
Siete pistachos en una sartén.

Siete entre tantos sietes como espinas
Siete, sí, siete noches de placer.
Siete alocadas juergas y movidas...
Siete que no acabaron nunca bien.

Siete destellos mientras te despedías...
Siete intenciones vagas en tu ser.
Siete fábulas viejas ya perdidas...
Siete corbatas que nunca me pondré.

Siete son las rendijas de mis puertas,
Siete, por las que miras, y me ves...
Siete en que tú fingiste que dormías
Siete de espaldas a mi sencillez.

Siete versos malditos, siete veces.
Siete que se repiten en tu piel,
Siete como una luz que se adormece
cuando no tiene nada que esconder.

Siete y siete... serán siempre una fortuna.
Y sin saber contar... no sale bien.

viernes, octubre 27, 2006

Y tu nombre...


Tu nombre...
Envenena mis sueños
en la noche,
y mueren desde lejos mientras corres.

Tu nombre...
Sacrificando versos...
Si no tienes que huir.
no entiendo porqué corres

Tu nombre...
Es lluvia en el desierto:
se oyen voces...
voces que en la distancia no conoces.

Tu nombre...
Salitre en tus mejillas,
sin que llores,
espera una mirada, luces ocres.

Tu nombre...
Se oculta bajo llave
en este cofre
de plata y rojas gemas, sotto voce.

Tu nombre...
Desgarrado y sediento,
ya no duerme...
y se pierde en esa estela cuneiforme.

Tu nombre...
Me envenenó por dentro...
¿Hasta dónde?
Prefiero que no sepas lo que esconde.

Tu nombre...
que envenenó mis sueños esa noche...
me ha permitido ver cómo tu miedo
ha terminado por robarte el pasaporte.


Y tu nombre...

lunes, octubre 23, 2006

Silencio venenoso


"¿Y ahora te vas...?" -le gritaba-. "Ahora ya, sin más, te marchas. ¿O es que estás esperando a que te empuje a hacerlo...? Porque tengo la impresión de que es exactamente eso... ¿Es eso lo que quieres?" -continuaba gritando mientras veía girarse el pomo de la puerta- "No puedo creerlo... no puedo creerte!! Aunque cuando lo pienso creo que es lo mejor... lo llevabas tanto tiempo buscando, ¿verdad?. No, no... no me mires así. Sabes de lo que estoy hablando... Y sólo pretendes hacerme tu cómplice..." -tomaba aire con fuerza- "Cómplice de lo que no eres capaz de reconocer... ¡¡¡ni aunque te maten!!!" -Rompiendo a llorar- "Porque... tienes miedo... ¡¡Mírame!! ¿Me oyes? Escúchame... Tienes tanto miedo que no sabes ni qué hacer cuando te miro a los ojos... ¡No sabes ni qué hacer! Prefiero no pensarlo... No quiero saberlo. Ya, no... No quiero que me lo digas. Prefiero pensar que sabes lo que haces... eso es, y que has pensado en tí, además de en mí, como me dices, para marcharte ahora de esta forma. Lo único que te pido es que seas tan fuerte cómo dices y que intentes mirarte al espejo pensando en todo esto... ¡Dios mío! Pensando en todo lo que llevas dentro y que has tratado de justificar de miles de maneras... Pero..., por mí, no lo pienses más: ¡vete! Y vete bien lejos. Lejos... donde no pueda verte, ni llamarte... ¡¡¡ni saber siquiera que existes!!! Vete... Y deja de jugar con mis sentimientos..."
De ese venenoso silencio del que están hechas las relaciones humanas.
También en el amor, como expresión íntima y rotunda de lo que muere cuando el silencio entra en juego, envenenando irremediablemente todo lo que toca.

viernes, octubre 20, 2006

Molinos de viento


¿Qué significará echarte de menos...?
¿Qué será para mí no tenerte tan cerca?
¿Dónde puedo encontrar la verdad
que, buscándote a ti, ha mojado mis letras?

¿Qué significará esperarte despierto...?
¿Qué será para mí no tenerte en mis sueños?
¿Dónde puedo encontrar la mitad
que, perdiéndote a ti, ya nunca encuentro?

¿Qué significará no mirarte a los ojos...?
¿Qué será para mí no besar más tus labios?
¿Dónde puedo encontrar tu carmín
que, tan lejos de mí, se quedó en este espejo?

¿Qué significará confundirte con alguien...?
¿Qué será para mí buscarte en otros brazos?
¿Dónde puedo encontrarme tu olor
que, sin que duermas aquí, se impregnó entre mis sábanas?

¿Qué significará ser molino de viento?
¿Qué será para mí resistir cuando sople el poniente?
¿Dónde estará, al final, el corazón que,
sin decirme un adiós, te llevaste tan lejos?
"...A una sombra, quizá sólo un resquicio,
de lo que se quedó y que a veces me encuentro,
apenas a tientas,
cuando camino bordeando el precipicio..."
Esto es algo que escribí hace ya algún tiempo, al final del verano, y que me he animado a publicar después de encontrar esta foto entre el millón de carpetas que tengo en el escritorio.
Es un pequeño latigazo que espero que les guste.
Marcos Calvo

jueves, octubre 12, 2006

Ya es de noche en el estrecho



El mar no te devolverá nunca esa tierra
Tampoco el agua que este sol se ha llevado
El viento no traerá con él semillas...
Del paraíso sólo quedaron cenizas.

Naciste en tierra virgen, nunca libre,
Creciste en la aridez, sin apenas raíces,
Pandemia, pan de arroz y cicatrices
Del hambre y de la sed que te persiguen.

Tu vida será un hilo en su madeja,
Tus sueños, líneas negras en papel,
Tu familia, un error en la cadena,
Tu existencia un punto negro en la ciudad.

Por no mirar atrás, sobreviviste,
aunque la realidad te arrugue el alma
Y el recuerdo desdibuje tu mirada
Aún crees que el blanco cumplira con su palabra.

Objeto de deseo eran tus minas, tu tierra, tus servicios en sus guerras,
Tus pozos, tus cosechas y tu plata,
Pero no eras tú su gema más preciada,
Ni serás nunca bienvenido aquí, en su casa.

Hoy juegan con tu vida en unas tablas,
Y gritan: ¡Pobrecitos! ¡Morirán en una balsa!
Cayucos en el mar buscan tierra prometida:
Si llegas, nadie te dará la bienvenida.

Qué saben de lo que es dormir con miedo?
Qué saben de ese frío que ahoga la voz por dentro?
Qué saben de la cruz en la moneda?
Qué sabes tú, si la cara nunca estuvo en tu reverso?

Tu vida será huir constantemente,
Tu existencia cruzar siempre una frontera.
Tus sueños serán corchos sin botella,
Tu objetivo, no mirar jamas atrás.

Con golpes saciarán tu sed, tu hambre.
Con gritos lapidarán tus derechos
Con desprecio pagarán lo que te deben,
Mientras limpian su alma... ¿pidiéndote papeles?

Y hundirás tus las lágrimas pensando en aquella tierra,
Árida y roja, quemada por el sol,
tan polvorienta como lo eran tus sueños,
Y desearás cambiarla por este cemento,
tan frío, tan esteril, tan cabrón.

Y ya es de noche a ambos lados del estrecho,
Y es de noche también en tu corazón.
Aún no sabes qué te espera al otro lado...

Pero tus sueños navegan viento a favor.


Esto sólo son los ecos del naufragio, la marejada aún está por venir.


Si alguna vez nos embarcáramos en desandar los pasos que nos trajeron hasta aquí, no tardaríamos mucho en darnos cuenta de que las diferencias no existen si nosotros mismos no nos empeñamos en que sea así.



¿Dónde está el sur y dónde el norte para tí?

miércoles, octubre 04, 2006

Cartas de (des)Amor

"Hoy te escribo esta carta
porque siempre te quejabas
de que nunca te enviaba
Cartas de Amor...

...Mi hospital de campaña,
mi amuleto de la suerte,
una firme barricada:
lo eras todo para mi.
Pero hay cosas en la vida
que son mucho más reales
que las ojos que las miran.
Dime qué fui para tí,
Dime qué fui para tí,
Dime si en algún momento
me llegaste a querer...

...Cartas de amor, cuando ya no hay amor
Cartas de amor, pero sin dirección..."
Mikel Erentxun


Sospecho que detrás de la luz, hoy no queda ya nada
y saldrá la mitad del ayer a buscarme en la noche
corazón, tu mitad, nada tuyo, tampoco más reproches,
que censuro en la retina de ese canto mediocre.

De miedo se murió, de miedo, la esperanza
De puro miedo cobarde, un miedo pasajero.
Esperaba ya tanto de sí, que rompió la baraja
Y dejó de jugar sollozando, sin soltarse del asta.

Sospecho que detrás de ti, hoy no queda ya nada.
Quizá, detrás de mí, la estela ensimismada,
Cabizbaja, que presa del abismo y la cadencia,
Desfila tambaleando la voz y la conciencia.

¡Y qué duro se hace mirar hacia delante!
Deshacer cada golpe... sólo con cada trago.
Desvelos, desastres de unos pies cansados,
Deshechos, de tanto andar sin encontrarse.

Y yo sigo estando tan perdido, tan mojado…
Llovido por la lluvia, viendo girarse el mundo,
Resguardado, sobrevolando leyes inmutables,
¿Dónde están mis monedas de chocolate?

Y tu voz ha perdido la piel, ha perdido la esencia.
Tus ojos son testigos, tus ojos, los de antes
Porque ésos, los de hoy, ya no serán los mismos.
Ese rayo de luz, tan tenue, ha girado el volante.

Entrar, salir, correr, huir hacia delante…
Aunque nunca llegases a ninguna parte…
Yo me planto hoy aquí… ni un paso más,
Ni un sólo paso más para mirar atrás.

El asfalto cabrón, entretejido a las arterias,
me matará por dentro dejándome sus huellas.
Y la verdad es plata, desdentada y huidiza,
Las cuentas del collar de perlas hechas trizas.

Al verlo me hago daño, me destroza,
porque no hay ni una verdad en tanto esbozo
Inmolarse y dejar pedacitos en todas partes
Toca mi piel y corre, corre como nunca antes.

Sospecho que el mar no se termina nunca
y remar puede ser una muerte perfecta.
Tropezar y caer es aprender a lo lejos
pero la vida se ve diferente… cuando estás en el suelo.


Una duda,
un espejo,
un sueño de mimbre,
una canción perdida,
una fragancia endemoniada y difusa,
una puesta de sol,
un pijama de cuadros,
un amanecer desde ese pelo largo,
una sonrisa imborrable en los labios…
y ese sabor a sal en tus mejillas,

que no merecían ni una sola de mis lágrimas,
ni una sola de las tuyas.


"El viento sabe bien que las banderas son las almas de los hombres,
por eso sólo sale y las ondea cuando va a despedirse, cuando viene de vuelta."

Marcos Calvo, Octubre de 2006

martes, octubre 03, 2006

Estatua de sal


Arriesgando la piel sin pensar en los pasos perdidos
hace falta tener valentía, y muy pocas certezas.
He podido crecer sin soñar, nada más que lo puesto.
Alentando poder caminar entre tanta maleza.

El tiempo no supo dejarme un cajón con tu ropa.
Tampoco me dejó escuchar la verdad de tu boca,
ni cuánto dejó tu rencor en mitad de la nada.
Ahora sólo me quedará el mar y ni una sola lágrima.

Yo ya puse mi piel a quemarse en la hoguera
Y no espero un reflejo de ti, ni ninguna quimera
No hay ventajas en sueños, ni hadas de cuento
No hay puntos ni comas... sólo quedan ya versos.

Soñar, era dar la otra mitad al mirarte a los ojos,
Me embebí en un berenjenal, que dejó sus despojos.
Empeñado en no pestañear, ni girar la cabeza.
Suspendí la verdad en el rincón que revoca tu ausencia.

Si guardaste un pequeño retal entre tanta prudencia
No te dejes llevar por la luz, y nunca te arrepientas.
Sal corriendo de aquellos fantasmas para que no te muerdan.
Échame a mí la culpa de todo aunque ya no la tenga.

No volví nunca desde la sensación, volví desde el olvido.
Y lo dejaré tal y como está, ¿será así más sencillo?
Y quizás es que tienes razón, y era más fácil antes,
cuando era una estatua de sal y podías odiarme.

¿No?

"...Volví a creer que se tiene lo que se merece
La vida es más compleja de lo que parece..."
Jorge Drexler