domingo, noviembre 05, 2006

Flores y Chocolate ...Fragmento...


"...Hoy he logrado reunir el valor suficiente como para escribirte una carta desde el otro lado del mundo. Posiblemente esta carta no llegue nunca, y un cartero la extravíe mientras se despide de su mujer con un largo beso. O, quizá, se caiga de su mochila mientras pedalea en una bicicleta mucho más que oxidada y con el manillar torcido de tanto colgar la saca de la última calle, la que lleva a tu casa, la que queda justo después de doblar la esquina en Saint Ettiene con Barsierettè.

Sin duda, no esperas ya recibir esta carta. A decir verdad, no esperas nada de mí... y, muy posiblemente, ya ni siquiera tengas todas aquellas fotos nuestras agolpadas en aquel corcho que se escondía detrás de la puerta de tu habitación. Ni esas fotos, ni tantos recuerdos que no han parado de dar vueltas en mi cabeza desde aquella tarde en Selsianne. Hoy siento más que nunca no haber sido capaz de volver. Haberte dejado allí, sin decir nada, apenas unas letras que espero que Ricard te diera en aquel sobre azulado que le dejé esa misma mañana y que tengo grabadas en lo más hondo del corazón desde aquel momento. "Hace ya semanas -comenzaba- que tengo un billete de avión para irme muy lejos. Tan lejos que no quiero decirte dónde, por si vienes a buscarme. Sé que esto debí hablarlo contigo y asíu poder tomar una decisión, como siempre, entre los dos, pero también sabía lo que hubieras hecho si te lo hubiera contado antes..." [...] "Y, egoístamente, hubiera sido aún más duro de lo que ya fue para mí. Será mejor así. No puedo permitirme ese lujo. Tú no te mereces que te arrastren mis sueños. Espero que sepas entenderlo: ahora no es el momento. Bisous, ma petite chèrie. Fabian."

Y, después de todo, hoy sigo sin saber si recibiste aquella carta de manos del camarero de nuestro café favorito en Paris. Y quizá es eso lo que me empuja a escribirte hoy, bueno, eso y que no he dejado de pensar en tí en todo este tiempo. Han pasado algunos meses y se han empezado a frenar las emociones que despertaba en mí esta ciudad y todo lo que significa vivir en un lugar tan distinto al barrio en que crecimos. Soy feliz y me gusta todo esto, aunque a veces me gusta soñar con poder verte por un agujerito, aunque sólo sea para saber que estás bien, que sonríes, que otro hombre te hace feliz y te lleva con los ojos tapados a comprar flores y chocolate en la Rue das Acacias... mientras te hace tropezar con las papeleras y te da vueltas en todas las farolas para desorientarte... y besarte después, justo antes de que empieces a gritar porque no sabes dónde estoy..."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Increible Marcos!!! has conseguido que se me soltaran las lagrimas!!Que bonito!! y hacia tiempo que no lo hacia!!!Enhorabuena!! sigue como hasta ahora y no dejes de sonreir!!!

Besos!!!

Anónimo dijo...

Hola Marcos Qué bonito!! Has hecho que me emocione y se me escapen un par de lagrimillas. Me encanta como escribes, cada vez que entro en tu blog me sorprendes más. Sigue así!! Un besito
( tu sobri es guapísima, me encantan las fotos que mandas de ella)
VIR