martes, enero 31, 2006

Y detrás del sol...



Al abrigo del recuerdo
arde una vida,
aunque el sueño fuera cierto
mientras dormías.

Embebido el horizonte,
calla la brisa
Sin pañuelo en que soñar...
Viviendo deprisa.

Y detrás del sol no hay nada,
No busques nada.
Detrás de la luna…
Sólo queda tu mirada.


Empeñaste cada palmo,
Cada caricia…
Sin pensar: “…mañana es tarde”
Polvo y cenizas.

Limbo de huecos sombríos,
vientres de leche.
Que soñaban con volar,
con sólo verse.

Y detrás del sol no hay nada,
No busques nada.
Detrás de la luna…
Sólo queda tu mirada.

De medias verdades,
en medias mentiras...
Quedará siempre dolor,
batallas perdidas.

Se rindieron hoy, al fin,
las pestañas del alma.
A gritos, compasión,
llorando las palabras.

Y detrás del sol no hay nada,
No busques nada.
Detrás de la luna…
Sólo queda tu mirada.


Y a menudo sueño en pie,
sueño con esa sonrisa:
la de después de besar …
tus labios de mentira.

Y a menudo estás aquí,
A menudo, te marchas.
Como el sol que vive en ti…
Que extraño cuando falta.

Y detrás del sol no hay nada,
No busques nada.
Detrás de la luna…
Sólo queda tu mirada.


Y detrás del sol no hay nada,
No busques nada.
Detrás de la luna…
Estará el sol… para mirarla. (y/o mimarla... lo que ustedes prefieran)


Un guiño al corazón, y otro a ustedes... que son parte del telón de mis canciones.

Gracias, como siempre,

De todo corazón...

Marcos Calvo

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