lunes, septiembre 11, 2006

No cambiaré las comas de este cuento...

"Asusta el despertar, si no estás dentro...
pero hace mucho que me vi partir..."
Así daba comienzo el primer verso
que cayó de la luna, tras de ti.

Es leve el caminar de los recuerdos
aunque a su paso dejen un sentir...
algo que se apagará en cualquier momento
pero que no da luz, calor, ni hace reír.

La luna, entumecida entre el cemento,
no quiere ver ya más al sol salir.
Quizá ya se cansó: ganó el aburrimiento.
No encontró agujeritos para huir.

¿Cómo arremolinarse en un "lo siento"
si el corazón nunca ha dejado de latir?
¿Cómo cambiar las comas en un cuento
si ya no hay nada mío en tu jardín?

Y no hay una razón, o ya no existe,
para parar aquí, darse la vuelta,
y desandar la senda de ventajas
después de caminar mitad del cuento.

Ventajas eran tildes, ventajas eran comas.
Ventajas era el verso más triste en esta noche.
Ventajas será el cuento que no supe escribirte.
Ventajas era un sueño mucho más que imposible.

Y el sol no mira atrás, sino hacia dentro,
y sonríe: el dulce alivio de sentir
que todo terminó, como en un cuento,
cuando los labios llegaron al fin.

El cuento empezaría hoy sin ti.
El cuento, empezaría hoy, sin ti.
Él, cuento, empezaría hoy sin ti.
El cuento empezará... sin ti.

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