lunes, octubre 05, 2009

La luna tiene celos

La luna
prometió no esconderse nunca más.

Y,
aunque era imposible que cumpliera esa promesa,
se dejó llevar
por un cielo lleno de estrellas.

Estrellas que salieron,
y que también se escondieron,
al ver como la luna se echó atrás.

Promesas,
hechas a un aprendiz de escritor,
a medianoche,
que nadie se creería al día siguiente,
y que mueren en el mismo lugar
donde las dudas
se apoderan de los hombres.

En noches como ésta,
en otras noches,
los hombres buscan reflejarse en la luna,
intentando mirarla inutilmente a los ojos.

"No es posible mirar a la luna a los ojos,
-pensé-
ya nunca los enseña,
rehuye a los hombres,
tiene celos,
y mira de reojo...".

Sin embargo, los tuyos,
miran siempre de frente.
Son honestos y dulces,
son vivos, valientes.
Son los tuyos, los míos,
que se miran y rien,
como nunca lo hicieron.
Los que, pase lo que pase,
nunca se rehuyen.

En noches como ésta, en todas noches,
quiero mirarme en tus ojos,
para sertirte más cerca,
sin estrellas ni luna,
sin sombras, sin dudas,
solos en la noche.



"Casualidad, sin más,
rozando las estrellas,
¿Imaginaste que el viento nos llevaría tan lejos?

Sólo hay algo claro es que
todas las noches soñaba con encontrarte.
Imposible saberlo, aunque fuera evidente...

No hay ninguna duda hoy, ni ayer,
amarte cada día es lo que quiero."

domingo, enero 04, 2009

Donde la verdad nos lleve

Y te despiertas con la verdad hilvanada a una nube de verano 
que no te deja mirar al sol, ni deja ver sus rayos.

Hay noches más sombrías, mucho más, 
que un invernal amanecer entre tejados... 
y sin embargo, hay días más oscuros, 
mucho más... 
que esta noche en que, no sé muy bien porqué, 
no se ven las estrellas, tampoco los tejados.

Parece que la luna no quiere dar cobijo a la verdad
y resplandece tras un manto de luz, verdeazulado.
Donde la verdad nos lleve está el lugar
cuando la luna quiere estar del otro lado.

¿Y qué hacer con las estrellas en este despertar...
si no ya no hay manto azul, ni nubes, ni tejados?

jueves, abril 12, 2007

24 a media noche

A menudo, necesitas de una poderosa razón para cambiar el camino y desandar los pasos que te llevaron hasta aquí. Sin embargo, otras veces, es simplemente un guiño, una brisa sin más, una impresión la que arrastra tus pasos y desorienta la brújula de babor a estribor. Y eso ha sido este año. Un cúmulo de idas y venidas, un desorden de situaciones inconexas y, a veces, sin un sentido propio al que poder adherir una justificación que no se pareciera más a un "porque sí": a un devenir. Y para mí, ha sido éste un devenir inevitable.




Hoy son ya 24. No son muchos, es cierto, pero ya son unos cuantos. Y, a decir verdad, he notado algunas cosas entretanto. No soy el mismo, claro... ¡Qué bobada! Ni es eso lo que pretendo, porque sería absurdo. Pero sí que me han quedado en la retina algunos blancos, algunas cunetas en el camino que dejé por no saber, por no querer, o por no poder mirar de frente y tirar pa´lante.


Me he descubierto, a lo largo y ancho, en ocasiones débil. Y he perdido parte de esa frescura que da la inocencia, o más bien la inconsciencia, ¡qué sé yo!, se trata de algo que no puedes explicar y que deja que vueles sin descanso. Me he descubierto en otras indeciso y hasta impotente, por no saber qué hacer, o qué decir en el momento en que era necesario (o adecuado) saber decir la frase que acompaña de forma idónea a ese momento crítico, duro, difícil.


Y me he descubierto, en parte, más retraído, más sincero conmigo mismo, pero quizá menos con el mundo que me circunda. No siempre he sabido entretejer lo que se espera de mí con lo que he dado. Y, de la misma forma, me he metido en un traje más correcto, quizá menos impulsivo de lo que fui hasta entonces, menos tajante y mucho más reflexivo. Pensar te hace callar, o te obliga a hacerlo. Al menos es así como lo siento y como me he visto. Ahora busco más el sol, y menos la luna. Me guardo un minutito en mis adentros. Sigo esperándote para verte desnuda, aunque no siempre, y eso lo reconozco, te esperaba despierto.


Y así como me he descubierto más humano, teniendo en cuenta que nunca fui ni quise ser perfecto, he podido aprender mucho de las limitaciones. Quizá porque analizo en mí cuanto me pasa, sin llegar a ser obsesivo ni extremadamente analítico, sólo intentando conocerme más, por fuera y por dentro. Limitaciones que no son sino fragmentos que dan a relucir mis cosas buenas y mis cosas no tan buenas. Convirtiéndolas en pistas que persigue un sabueso, aprendiz de periodista, de color verde pistacho.


Pero no todo lo que ha cambiado se traduce en algo malo o, porque tenga un año más, me sienta especialmente de otra manera. Escucho más, puede que hable un poco menos (sic). Me da por trasnochar si hay mejor cartel en la espesura que en el cine de las sábanas blancas. Me sobran varios kilos, que compruebo en la estrechez de mis vaqueros. Disfruto del minuto, o eso intento, sin pensar en qué pasará en los tres minutos siguientes. Aguanto más presión, o es que aprendí a sofocar los fuegos. Me gusto bastante más, aunque se me conozca un poco menos. Soy menos previsible, o eso creo. Y me atrevo a discutir conmigo mismo lo que enrarece el ambiente o no me cuadra, total, si al final se trata de ponerme de acuerdo... conmigo mismo.


Es cierto que ahora tengo algunos miedos, inéditos en el que era hace algún tiempo. Ya son otros los objetivos, otras las necesidades y, cómo no, otros los problemas a los que me enfrento. Tengo herramientas sí, pero cambian casi a diario, y eso obliga a adaptarse, a asumir retos. Reto diario, que no siempre es victoria. Retos a largo plazo, a veces sine die. Y otras las esperanzas, también es cierto.


Y, sin embargo, yo siento la balanza equilibrada: este año se llevó, más o menos, tanto como me deja de equipaje. Y no puedo negar que tengo más de lo que necesito y de lo que esperaba. Seguir andando es ahora la premisa, aunque intentaré disfrutar un poco más de las vistas, de lo que da el paisaje. Aprender es el camino, sin él no hay nada interesante.


Al fin y al cabo... cuento con la botella medio llena. Siempre la he visto así, es ése mi carácter. Brindo contigo, que estás leyendo estas líneas, para que vuelvas pronto, aunque estés de viaje.


Un abrazo,

lunes, abril 02, 2007

Firmamento

Hoy no tengo muchas ganas de escribir,
quizá por eso, prefiero hablar bajito.
Y a lo lejos, os dejo un pequeño trozo del alma,
para que me lo guarden... férreamente,
de cualquier suerte de vientos y soflamas.



Al alba, conviene mirar siempre al firmamento,
Si no, se pierde uno en el papel lo más genial.
Eso que el sol nos deja usar sin poner precio:
La luz que me ilumina tu mirar... y el firmamento.


Mr. weakness,

domingo, marzo 25, 2007

¿Y despertar?


Desandar es pensar algo dos veces...
Describir es soñar medio despierto.
Descartar es un error que no mereces.
Deshojar es vivir siempre de lejos.

¿Y despertar?

Despertar es querer, a pesar de todo, empezar de nuevo.

viernes, marzo 02, 2007

Weakness II (… y un alma que no vuela)

El sonido se desploma y se hace hueco
Y no sabe volver de nuevo al nido,
Despierta y se diluye en la espesura:
Como un eco fugaz, muriendo (de)ruido

No siento ese sonido: no lo siento.
No sé volar sin más, sin movimiento.
Sin azotar las alas que me agitan,
Sin apretar los dientes contra el viento.

Y siento como me flaquean las piernas
Ya no tengo esas alas, que eran mías…
Me veo detrás de un sol que nunca espera
Ya no cambio quimeras por caricias.

Y no poder, es mucho más que un quiero
Y no querer, es menos que un lo siento…
Pero yo sé muy bien lo que arde dentro,
Y dentro no hay cenizas ya, ni fuego.


¿Qué hacer si amanecer no me consuela?
Si siento que latir ya no es bastante…
¿Qué hacer con la losa de la experiencia?
Que logra colocarme en un estante…

Quisiera estar seguro, tantas veces
y que no esperes nada de mi parte.
Quisiera no sentirme tan valiente
Cuando salgo a la calle tratando de encontrarte

Esperas más de mí, quizá lo que no tengo
Me invitas a volar, y yo no puedo.
No puedo despertarme así, prendido.
No sé muy bien porqué, pero no puedo.

Y no poder, es mucho más que un quiero
Y no querer, es menos que un lo siento…
Y no poder gritar en mis adentros,
Que estoy siempre más lejos y más lejos.

Encajo la verdad en mitad de un suspiro.
Y no puedo negar que algo se rompe
No sé encajar un puzzle con tus ojos
Quizá no sé donde está el horizonte.

Alumbro la mitad, y el sol está tan lejos.
No puedo contestar a todas las preguntas
La luz, de aquel París, me hizo más viejo.
O, al menos, es así… tal y como me siento.

He perdido ese tren, en el que me esperabas.
Vagones sin andén, estación sin pasajeros
Deambulando sin fe, destination: anywhere
Vivo en una maleta made of weakness
que no perteneció a ningún viajero.

Y no poder, es mucho más que un quiero
Y no querer, es menos que un lo siento…
Y no poder decirte, mirándome a los ojos,
Quieta y sencillamente, que no puedo.

Made of weakness,
como la debilidad que arde dentro sin saber porqué.

viernes, diciembre 01, 2006

Pequeños recortes de pensamiento. Por Miguel A. Rodríguez Conde

Un amigo ha querido brindarme un pedazo de sí mismo. Espero que lo disfruten.





Tuve un profesor en la carrera que gustaba de discutirlo todo, era un inconformista, alguien que no esta cómodo con una única explicación, y que era capaz de rizar el rizo para llevar la teoría hasta su mas extraña consecuencia lógica. Presumía de ser un buen bebedor de vino, y se le veía mujeriego o, por lo menos, que gustaba de rodearse de seres humanos del sexo opuesto. Decía que la frase “Aquellos pueblos que olvidan su historia estaban condenados a repetirla” no podía hacerse realidad jamás o, por lo menos, en sus presupuestos sustanciales o materiales.


Me explico: nunca va a volver a repetirse un 1936, o va a volver a nacer un Manuel Azaña. Pueden darse similares causas que deriven en similares efectos, pero jamás éstos y aquellas van a ser idénticos. Un pueblo que olvida su historia sólo acaba sumido en al ignorancia, sólo acaba destruido por su propia hipocresía.

Es algo que podemos ver contínuamente paseando por las calles de cualquier capital española, o más concretamente de Madrid, dónde yo me hallo y dónde vivo el día a día. Gente que pelea por un tiempo pasado que consideran mejor, y gente que censura sin escrúpulos amparándose en la libertad de expresión. Todo ha cambiado, el mayo del 68 se ha diluido definitivamente y cada uno va a su aire sin importar a quién deje atrás o a quién este pisando por subir. Ya nadie esta unido y todo lo que se escucha son voces discordantes en una pugna absurda por ver quién alza más el tono. Estudiantes que luchan contra una ley que no conocen y cuyas bases estructurales no se han molestado en entender; aquellos estudiantes que son los primeros en dejar el aula por una buena “birra” o el calor de un admirable “canuto” de marihuana cuya grandiosidad va aumentando según éste disminuye al paso de las caladas. Se atreven a cuestionar a aquellos que lucharon por darles la libertad que ahora disfrutan, olvidando un pasado de lucha, olvidando un pasado de sufrimiento.

No, la historia no puede repetirse, no creo que esto sea un movimiento cíclico, ni tampoco que el mundo acabase tras la caída de la URSS y la victoria del imparable capitalismo. Pero lo que sí esta claro es que no vamos por el mejor camino para todos, y menos si en vez de disfrutar nuestras vidas paseando, hablando o, simplemente, tomando un café en compañía de uno mismo o de otros, nos encerramos en centros comerciales que procuran un ocio rápido y sencillo. Lugares donde uno se pierde y pierde la noción del tiempo, lugares que ayudan a los de arriba a tenernos mas controlados y a jugar más con nosotros, lugares que nos liberan para esclavizarnos.

Me gusta el pasado: me ayuda a comprender el presente, pero me desconcierta porque aún no he encontrado el momento en que nos equivocamos. No sé si alguna vez lo encontraré, porque ya me ha vencido la cruda realidad, pero si consigo levantarme algún día juro que seguiré buscando. Lucharé, a través de los libros y de incansables clases por recordar a aquellos que cayeron por construir un mundo que quizás no imaginaban así o, por lo menos, eso quiere creer mi idealismo.

Reflexionad, ¿creéis que hoy alguien defendería su libertad aún a riesgo de ser aplastado por las ruedas de un tanque de combate imparable en su avance?

Miguel Ángel Rodríguez Conde


Licenciado en Historia

martes, noviembre 21, 2006

El Principio de Desigualdad. Por Ismael González


Cuando la guerra, se lucha con otra guerra,
La desigualdad entre hombres y mujeres,
Se lucha con la discriminación positiva,
Perdónenme, llevo meses buscando en diccionarios
Pero... no encuentro respuestas.

Ahora se dedicarán a poner señoritas en las señales,
¿A todas? ¿Si yo estoy rellenita?, ¿Si no tengo busto?,
¿Si soy alta?, ¿Si soy baja?, ¿Si soy rubia?
La señorita representada... ¿Llevará falda?
¿Y esto no es sexista...? ¿Y si no me gustan las faldas?

El problema radica en que no somos capaces de ver más allá:
La cuestion no es ver a un hombre o a una mujer,sino a una persona.
En vez de gastar en la educación para la no discriminación,
recortamos en la educación... y gastamos en señales...
que van a seguir significando lo mismo.

Junten las letras.
Un saludo,

domingo, noviembre 12, 2006

Noviembre dulce -Soneto-


A más de mil kilómetros de tus pupilas
encontré unas alas de un volar valiente,
mientras las estrellas estaban ausentes,
yo pinté un anochecer de color mediodía.

De ese mar tan en calma, que abrigó lo que escondes,
se embarazan las almas al embestir las olas
avanzando la voz de unos gritos que, a solas
son la sal de la arena, y en suspiros respondes:

"Se olvidaron de darme en las señas tu nombre..."
Navegar, y ponerse en la piel de cualquiera,
para que tus pisadas nunca busquen mis ojos.

Y a la vez, abrazarse a este dulce noviembre:
deslizando sus hojas, alfombradas respuestas...
que sólo cobran sentido al llegar el otoño.

De sal, de rozaduras y de arena.
También de agua de mar, de mar en calma.

jueves, noviembre 09, 2006

En la calle del Pez...


El despertar confiesa sus pecados:
hoy no tendrá más versos para mi.
No esperes que me quede aquí, a tu lado,
si quieres, volveré siempre a por tí.

La dulce sensación de estar tan lejos
a veces me encomienda su porqué,
y no puedo tener sed de tus labios,
si no me dejas tiempo a renacer.

No hay nada de razón en esta senda,
tampoco quiero ser tu sensatez.
Escribo porque siento en mi cabeza
necesidad sin ganas, madurez.

Un sobrio amanecer me ha despertado
no sé ni cómo, tampoco sé por qué...
Lo que sí sé es que vivo alborotado
cuando abro bien los ojos... y no sé...

Me faltan tres costillas... sin costado.
Me faltan sietes en el almacén...
Si quiero, te recuerdo, de prestado...
si no, me guardo el sueño en la niñez.

A favor, siempre gritan las sirenas.
En contra, amargos aires de placer.
Y tus besos... ¿me habrán envenenado?
Y todo, sin saber muy bien porqué.

De sal, de musas tristes, lleno el alma,
y suena música de Saint Germain.
Me pierdo en la espesura de unos labios,
mientras de fondo... espero tu vaivén.

No tengo que dar más explicaciones,
tú tampoco necesitas que las dé...
Es tarde ya, y hoy duermes en mi cama...
sin ese cuento que nunca te conté.

La noche afianza el vértigo en aleros,
las luces hacen vida... en la calle del Pez.

domingo, noviembre 05, 2006

Flores y Chocolate ...Fragmento...


"...Hoy he logrado reunir el valor suficiente como para escribirte una carta desde el otro lado del mundo. Posiblemente esta carta no llegue nunca, y un cartero la extravíe mientras se despide de su mujer con un largo beso. O, quizá, se caiga de su mochila mientras pedalea en una bicicleta mucho más que oxidada y con el manillar torcido de tanto colgar la saca de la última calle, la que lleva a tu casa, la que queda justo después de doblar la esquina en Saint Ettiene con Barsierettè.

Sin duda, no esperas ya recibir esta carta. A decir verdad, no esperas nada de mí... y, muy posiblemente, ya ni siquiera tengas todas aquellas fotos nuestras agolpadas en aquel corcho que se escondía detrás de la puerta de tu habitación. Ni esas fotos, ni tantos recuerdos que no han parado de dar vueltas en mi cabeza desde aquella tarde en Selsianne. Hoy siento más que nunca no haber sido capaz de volver. Haberte dejado allí, sin decir nada, apenas unas letras que espero que Ricard te diera en aquel sobre azulado que le dejé esa misma mañana y que tengo grabadas en lo más hondo del corazón desde aquel momento. "Hace ya semanas -comenzaba- que tengo un billete de avión para irme muy lejos. Tan lejos que no quiero decirte dónde, por si vienes a buscarme. Sé que esto debí hablarlo contigo y asíu poder tomar una decisión, como siempre, entre los dos, pero también sabía lo que hubieras hecho si te lo hubiera contado antes..." [...] "Y, egoístamente, hubiera sido aún más duro de lo que ya fue para mí. Será mejor así. No puedo permitirme ese lujo. Tú no te mereces que te arrastren mis sueños. Espero que sepas entenderlo: ahora no es el momento. Bisous, ma petite chèrie. Fabian."

Y, después de todo, hoy sigo sin saber si recibiste aquella carta de manos del camarero de nuestro café favorito en Paris. Y quizá es eso lo que me empuja a escribirte hoy, bueno, eso y que no he dejado de pensar en tí en todo este tiempo. Han pasado algunos meses y se han empezado a frenar las emociones que despertaba en mí esta ciudad y todo lo que significa vivir en un lugar tan distinto al barrio en que crecimos. Soy feliz y me gusta todo esto, aunque a veces me gusta soñar con poder verte por un agujerito, aunque sólo sea para saber que estás bien, que sonríes, que otro hombre te hace feliz y te lleva con los ojos tapados a comprar flores y chocolate en la Rue das Acacias... mientras te hace tropezar con las papeleras y te da vueltas en todas las farolas para desorientarte... y besarte después, justo antes de que empieces a gritar porque no sabes dónde estoy..."

miércoles, noviembre 01, 2006

Amor de Hipoteca


He empezado a sentir la presión que se cuelga del asa
cuando la gente no sabe estar, ni sola ni acompañada.
Y es que he visto a San judas mirar de reojo en la caja,
y a San Pedro jurar y jurar "que él no se mete nada".

Y también te he visto vender lo que queda en tu alma
a un diablo que es mal consejero y te guarda las manos.
Has tocado la piel y, después, las escondiste en tu espalda...
Sólo tú evicencias que tu ego, con creces, ya te ha superado.

Egocéntrica o no... eso es tuyo... como tantos defectos.
Esto sí es para tí, porque sé que ahora lo estás leyendo:
No te muestres tal y como eres, con tanta arrogancia,
porque puede que el mundo se entere y eso no te hará gracia.

Siete espinas que no eran por tí, ni siquiera de lejos.
Siete versos que nunca debí olvidarme entre huecos.
Siete nadas que quedan de ti... siete de dosmilcinco...
Siete fines, éstos de perfil, por si entiendes lo que digo.

En un mundo donde la verdad es escasa y tan cara
y el amor es papel de fumar hierba con fungicida,
me encomiendo a la virgen ska y a ese santo punkarra
y me cuelgo como espiderman, vocación de suicida.

Se celebran hoy más matrimonios firmando hipotecas
(esto es por si, de casualidad, entiendes la guasa...)
que acudiendo al ritual en que casan los curas de iglesia.
"Hasta que el interés variable coma en vuestra mesa..."
y el amor sea hoy el patrimonio de una entidad financiera.

Y no crean que soy yo un defensor de la curia cristiana,
dios me libre, me libre a mí dios, de pecar, vida insana!!!
Que los frailes hicieron por el amor tanto como la Caixa,
es decir, poner bote y cantar por comer durante la semana.

Si el amor lo define el euribor y un techo en las afueras...
yo prefiero ser ese romántico que busca en la niebla
de los sentimientos, azar, de flechazos, de puras vaguezas,
porque el pulso no me temblará firmando esas letras.

Y perdonen... eso no es amor, ni pasión: es la nada.
Eso, como dijo aquél, es pan para hoy, hambre para mañana.
Que cada cual saque su conclusión, que yo ya me confieso:
no pondré ni una coma de más, no me cogerán vivo...
Para hacerme firmar y firmar, por morir en un nicho.

A ese % TAE que llega a casa... en forma de recibo desde el banco.

Porque no todo tiene que tener sentido...


A veces me despierto pensando en una línea en el horizonte. Y no hay más. Esa línea da vueltas en mi cabeza... sin que pueda evitarlo hasta que se confunde a sí misma y se transforma en una línea de versos, en un momento inesperado, en una pintura neoclásica, barroca o rupestre, en un estribillo para mis "hit-parades" personales, en una situación grotesca o corriente, en un recuerdo que no llego a asociar con a quien pertenece, en unos pasos hacia ninguna parte... o en una mierda de texto que no termina sino en la papelera de reciclaje.

La verdad es que hace algún tiempo, poco más de un año, tuve la extraña pero muy normal etapa en todo escritor que atraviesa un mal momento: lo que se denomina como una sequía. Siempre llevaba papel y bolígrafo a cuestas, intentando no perder ni una sola de esas pinturas que me surgen de la nada y se convierten en algo como lo que antes mencionaba, dependiendo, eso sí, del momento y del ambiente. Y lo cierto es que la sequía se alargó más de lo que yo podía esperar, pero aunque parezca un poco absurdo... es como una impotencia real... es que no se te levanta, coño!!! Lo intentas una y otra vez, y no sabes bien porqué... pero te parece una mierda todo lo que estás tratando de hilvanar en pocas o muchas palabras. Para salir de esa falta de creatividad y ese "continuo-pánico-escénico" que me suponía destrozar todo lo que surgía de la pluma, me decidí un buen día a estrenar este balcón de festejos que tengo por blog. Y, a decir verdad, después de algo más de un año puedo decir que ha funcionado y que, al menos para mí, ha merecido la pena.

El blog se ha convertido en una pequeña excusa para escribir, para obligarme, para poder sacar al balcón lo que me da la gana: Desde mi corazón hasta unas bragas que encuentro entre mis cosas... no tengo más censura que mis propias vergüenzas, que cada vez son menos, lo cierto.

Además, este maldito invento me ha permitido contar también con sus comentarios, los de ustedes, con sus quejas, sus alabanzas, sus gritos de ánimo y sus proclamas... que agradezco enormemente, para bien y para mal, porque, en su justa medida, me han permitido crecer un poquito como escritor y otro poco como persona. Es siempre gratificante tenerles cerca, y escucharles. Eternamente: Gracias!!!

Sin embargo, me llama la atención, por otra parte, la interpretación que se ha podido dar en ocasiones de algunas piezas, versos o fragmentos que he colgado aquí con las pinzas de mi ropa. Y es que no todo lo que ventilo aquí es pura ficción, ni todo es cierto. Hay más persona que invención, sin duda alguna: hablo de lo que siento/he sentido alguna vez, dependiendo de la situación, el momento o la experiencia. Pero eso no significa que lo que intente plasmar aquí sea netamente real o, por su parte, deje de serlo. Quienes me conocéis bien, y los que no, no les viene nada mal saberlo, no soy sino un provocador, y entiendan la expresión en su significado más extenso, de los sentidos. Pretendo pintar a cada instante y no pretendo otra cosa que sugerirles, provocarles algo, hacerles participar de forma ajena en sentimientos, puntos de vista o imágenes que he visualizado en mis adentros.

Como puede resultar evidente, en ellos hay gran parte de mí... no soy de los que deja a un lado el alma para entregarse a la pluma como si las propias vidas les fueran ajenas... eso lo hacen otros, los maestros. Los buenos escritores que logran meterse tanto en la piel de un personaje que se eclipsan y se vuelven impermeables a su alrededor. Yo, como digo, soy un provocador sin más adjetivos. Y lo que pretendo es mover los focos y tratar de zarandear con lo que escribo los sentimientos del que está ahí enfrente, justo dónde estás tú leyendo. Indudablemente hay muchas relaciones causa-efecto, mucha metáfora barata y desgastada, mucho pincel mojado y mucha témpera que suelo dejar para que ustedes pongan color, sabor, textura y sensaciones a su antojo. Yo sólo me dejo llevar y ustedes me acompañan. Y si alguno ha estado lo suficientemente cerca en algún momento... seguro que me ha podido escuchar decir que "escribo por pasión y por terapia...", a lo que debería añadir en la primera, la pasión, disfruto realmente, y en la segunda, la terapia... pues que me funciona perfectamente, como el especialká o los olbrán a mis queridas marujas.

Por otra parte, algunos, entiendo que de entre los que me conocen bien, podrán dar explicación a muchas de las cosas que publico, desde un punto de vista personal o no tanto, pero no estarán del todo en el camino correcto, porque esto es el subsuelo y aquí todo es bastante distinto. O, por lo menos, eso es lo que pretendo. Con esto quiero hacerles entender que no todo lo que hay metido aquí es lo que verdaderamente siento. Es intimista... sí. Pero no es un diario. Ni tampoco pretende serlo. No hablo más que de lo que me apetece, pero no es informar el objetivo, ni que me conozcan mejor por dentro: simplemente provocarles una sonrisa (aunque alguna lágrima sería más correcto... teniendo en cuenta que hay más de gris que amarillo entre tanto verso), hacerles un giro inesperado, sorprenderles con un ritmo muy lento, hacerles testigos de una situación normal o inverosímil, sentarles en el banquillo de los acusados y que, después... sean ustedes los que juzguen, sin embargo, si les ha gustado o no. Punto final. O seguido: Como ustedes prefieran.

Y lo mismo es que lo entiendo como un acto de rebeldía ante lo que tanto me cansa del día a día. Un momento, el actual, que me aburre tanto, que me hace ver un panorama tan soso y tan cuadriculado que me arrastra a no querer más que evadirme y escribir sobre lo que me sale del quinto espacio. Me apetece hablar de muchas cosas, entre las que quizá el amor se convierte en un punto especial. Desde el destino trágico al sueño adolescente, o desde el más fraternal al que te arrastra inevitablemente. Y aún tengo algo pendiente, aunque les sorprenda, acerca del amor que promueven los Bancos... no piensen mal, no son los bancos que ocupan y llenan de caricias los enamorados en los parques, sino que estoy dándole vueltas al amor que se "fabrica" hoy al albor de las hipotecas, que últimamente celebran más matrimonios y casan más que los propios curas en las parroquias y las catedrales. Cosas como ésas ante las que me rebelo y no puedo hacer otra cosa que indignarme... quizá porque me sigo negando a creer que eso es amor aunque parezca serlo. ¿Se imaginan? ¿Hasta que la muerte los separe, a tipo variable y pendientes del euribor?

Si esto no les parece provocación... ¿Qué puede serlo?

Sean Felices... y coman Perdices.

Y espero que hayan entendido lo que pretendo decirles... entre tanto divagar por las cornisas.
Marcos

domingo, octubre 29, 2006

Siete...


Siete son las verdades que me creo,
Siete, de cada nueve que me cuentas.
Siete son hoy, como ayer, los mismos versos,
Siete, que me definen sin más letras.

Siete barbaridades me propuse...
Siete que se quedaron sin hacer.
Siete los vientos que soplaban del norte,
Siete, que me hicieron volar de pie.

Siete las alegrías de un gran paso...
Siete sonrisas sin saber por qué...
Siete caladas en este cigarro,
siete, que me duraron un café.

Siete, sí, siete son las meigas.
Siete cuchillos con que afilar la piel.
Siete las esperanzas de un mal trago,
Siete sin ti, siete para no volver.

Siete desangeladas pesallidas,
siete balcones para poder ver:
siete sentidos... sin contar el olfato,
siete en cada latido a contrapié.

Siete mil maravillas a diario,
Siete que no te cuento y que guardé,
siete, para cuando seas más pequeña.
Siete sorpresas que nunca olvidaré.

Siete recuerdos al verte desnuda,
siete formas de amarte... ¿siete o seis?
Siete despertadores que camuflan
legañas que te tengo que esconder.

Siete de cara y cruz... Siete de canto.
Siete que siete y siete... serán tres.
Siete en la mano y ciento van volando...
Siete menos cuarto, casi diez.

Siete sacos de flores sin ser rosas,
Siete postales de un amor francés...
Siete que me empujaron media vida,
Siete pistachos en una sartén.

Siete entre tantos sietes como espinas
Siete, sí, siete noches de placer.
Siete alocadas juergas y movidas...
Siete que no acabaron nunca bien.

Siete destellos mientras te despedías...
Siete intenciones vagas en tu ser.
Siete fábulas viejas ya perdidas...
Siete corbatas que nunca me pondré.

Siete son las rendijas de mis puertas,
Siete, por las que miras, y me ves...
Siete en que tú fingiste que dormías
Siete de espaldas a mi sencillez.

Siete versos malditos, siete veces.
Siete que se repiten en tu piel,
Siete como una luz que se adormece
cuando no tiene nada que esconder.

Siete y siete... serán siempre una fortuna.
Y sin saber contar... no sale bien.

viernes, octubre 27, 2006

Y tu nombre...


Tu nombre...
Envenena mis sueños
en la noche,
y mueren desde lejos mientras corres.

Tu nombre...
Sacrificando versos...
Si no tienes que huir.
no entiendo porqué corres

Tu nombre...
Es lluvia en el desierto:
se oyen voces...
voces que en la distancia no conoces.

Tu nombre...
Salitre en tus mejillas,
sin que llores,
espera una mirada, luces ocres.

Tu nombre...
Se oculta bajo llave
en este cofre
de plata y rojas gemas, sotto voce.

Tu nombre...
Desgarrado y sediento,
ya no duerme...
y se pierde en esa estela cuneiforme.

Tu nombre...
Me envenenó por dentro...
¿Hasta dónde?
Prefiero que no sepas lo que esconde.

Tu nombre...
que envenenó mis sueños esa noche...
me ha permitido ver cómo tu miedo
ha terminado por robarte el pasaporte.


Y tu nombre...

lunes, octubre 23, 2006

Silencio venenoso


"¿Y ahora te vas...?" -le gritaba-. "Ahora ya, sin más, te marchas. ¿O es que estás esperando a que te empuje a hacerlo...? Porque tengo la impresión de que es exactamente eso... ¿Es eso lo que quieres?" -continuaba gritando mientras veía girarse el pomo de la puerta- "No puedo creerlo... no puedo creerte!! Aunque cuando lo pienso creo que es lo mejor... lo llevabas tanto tiempo buscando, ¿verdad?. No, no... no me mires así. Sabes de lo que estoy hablando... Y sólo pretendes hacerme tu cómplice..." -tomaba aire con fuerza- "Cómplice de lo que no eres capaz de reconocer... ¡¡¡ni aunque te maten!!!" -Rompiendo a llorar- "Porque... tienes miedo... ¡¡Mírame!! ¿Me oyes? Escúchame... Tienes tanto miedo que no sabes ni qué hacer cuando te miro a los ojos... ¡No sabes ni qué hacer! Prefiero no pensarlo... No quiero saberlo. Ya, no... No quiero que me lo digas. Prefiero pensar que sabes lo que haces... eso es, y que has pensado en tí, además de en mí, como me dices, para marcharte ahora de esta forma. Lo único que te pido es que seas tan fuerte cómo dices y que intentes mirarte al espejo pensando en todo esto... ¡Dios mío! Pensando en todo lo que llevas dentro y que has tratado de justificar de miles de maneras... Pero..., por mí, no lo pienses más: ¡vete! Y vete bien lejos. Lejos... donde no pueda verte, ni llamarte... ¡¡¡ni saber siquiera que existes!!! Vete... Y deja de jugar con mis sentimientos..."
De ese venenoso silencio del que están hechas las relaciones humanas.
También en el amor, como expresión íntima y rotunda de lo que muere cuando el silencio entra en juego, envenenando irremediablemente todo lo que toca.

viernes, octubre 20, 2006

Molinos de viento


¿Qué significará echarte de menos...?
¿Qué será para mí no tenerte tan cerca?
¿Dónde puedo encontrar la verdad
que, buscándote a ti, ha mojado mis letras?

¿Qué significará esperarte despierto...?
¿Qué será para mí no tenerte en mis sueños?
¿Dónde puedo encontrar la mitad
que, perdiéndote a ti, ya nunca encuentro?

¿Qué significará no mirarte a los ojos...?
¿Qué será para mí no besar más tus labios?
¿Dónde puedo encontrar tu carmín
que, tan lejos de mí, se quedó en este espejo?

¿Qué significará confundirte con alguien...?
¿Qué será para mí buscarte en otros brazos?
¿Dónde puedo encontrarme tu olor
que, sin que duermas aquí, se impregnó entre mis sábanas?

¿Qué significará ser molino de viento?
¿Qué será para mí resistir cuando sople el poniente?
¿Dónde estará, al final, el corazón que,
sin decirme un adiós, te llevaste tan lejos?
"...A una sombra, quizá sólo un resquicio,
de lo que se quedó y que a veces me encuentro,
apenas a tientas,
cuando camino bordeando el precipicio..."
Esto es algo que escribí hace ya algún tiempo, al final del verano, y que me he animado a publicar después de encontrar esta foto entre el millón de carpetas que tengo en el escritorio.
Es un pequeño latigazo que espero que les guste.
Marcos Calvo

jueves, octubre 12, 2006

Ya es de noche en el estrecho



El mar no te devolverá nunca esa tierra
Tampoco el agua que este sol se ha llevado
El viento no traerá con él semillas...
Del paraíso sólo quedaron cenizas.

Naciste en tierra virgen, nunca libre,
Creciste en la aridez, sin apenas raíces,
Pandemia, pan de arroz y cicatrices
Del hambre y de la sed que te persiguen.

Tu vida será un hilo en su madeja,
Tus sueños, líneas negras en papel,
Tu familia, un error en la cadena,
Tu existencia un punto negro en la ciudad.

Por no mirar atrás, sobreviviste,
aunque la realidad te arrugue el alma
Y el recuerdo desdibuje tu mirada
Aún crees que el blanco cumplira con su palabra.

Objeto de deseo eran tus minas, tu tierra, tus servicios en sus guerras,
Tus pozos, tus cosechas y tu plata,
Pero no eras tú su gema más preciada,
Ni serás nunca bienvenido aquí, en su casa.

Hoy juegan con tu vida en unas tablas,
Y gritan: ¡Pobrecitos! ¡Morirán en una balsa!
Cayucos en el mar buscan tierra prometida:
Si llegas, nadie te dará la bienvenida.

Qué saben de lo que es dormir con miedo?
Qué saben de ese frío que ahoga la voz por dentro?
Qué saben de la cruz en la moneda?
Qué sabes tú, si la cara nunca estuvo en tu reverso?

Tu vida será huir constantemente,
Tu existencia cruzar siempre una frontera.
Tus sueños serán corchos sin botella,
Tu objetivo, no mirar jamas atrás.

Con golpes saciarán tu sed, tu hambre.
Con gritos lapidarán tus derechos
Con desprecio pagarán lo que te deben,
Mientras limpian su alma... ¿pidiéndote papeles?

Y hundirás tus las lágrimas pensando en aquella tierra,
Árida y roja, quemada por el sol,
tan polvorienta como lo eran tus sueños,
Y desearás cambiarla por este cemento,
tan frío, tan esteril, tan cabrón.

Y ya es de noche a ambos lados del estrecho,
Y es de noche también en tu corazón.
Aún no sabes qué te espera al otro lado...

Pero tus sueños navegan viento a favor.


Esto sólo son los ecos del naufragio, la marejada aún está por venir.


Si alguna vez nos embarcáramos en desandar los pasos que nos trajeron hasta aquí, no tardaríamos mucho en darnos cuenta de que las diferencias no existen si nosotros mismos no nos empeñamos en que sea así.



¿Dónde está el sur y dónde el norte para tí?

miércoles, octubre 04, 2006

Cartas de (des)Amor

"Hoy te escribo esta carta
porque siempre te quejabas
de que nunca te enviaba
Cartas de Amor...

...Mi hospital de campaña,
mi amuleto de la suerte,
una firme barricada:
lo eras todo para mi.
Pero hay cosas en la vida
que son mucho más reales
que las ojos que las miran.
Dime qué fui para tí,
Dime qué fui para tí,
Dime si en algún momento
me llegaste a querer...

...Cartas de amor, cuando ya no hay amor
Cartas de amor, pero sin dirección..."
Mikel Erentxun


Sospecho que detrás de la luz, hoy no queda ya nada
y saldrá la mitad del ayer a buscarme en la noche
corazón, tu mitad, nada tuyo, tampoco más reproches,
que censuro en la retina de ese canto mediocre.

De miedo se murió, de miedo, la esperanza
De puro miedo cobarde, un miedo pasajero.
Esperaba ya tanto de sí, que rompió la baraja
Y dejó de jugar sollozando, sin soltarse del asta.

Sospecho que detrás de ti, hoy no queda ya nada.
Quizá, detrás de mí, la estela ensimismada,
Cabizbaja, que presa del abismo y la cadencia,
Desfila tambaleando la voz y la conciencia.

¡Y qué duro se hace mirar hacia delante!
Deshacer cada golpe... sólo con cada trago.
Desvelos, desastres de unos pies cansados,
Deshechos, de tanto andar sin encontrarse.

Y yo sigo estando tan perdido, tan mojado…
Llovido por la lluvia, viendo girarse el mundo,
Resguardado, sobrevolando leyes inmutables,
¿Dónde están mis monedas de chocolate?

Y tu voz ha perdido la piel, ha perdido la esencia.
Tus ojos son testigos, tus ojos, los de antes
Porque ésos, los de hoy, ya no serán los mismos.
Ese rayo de luz, tan tenue, ha girado el volante.

Entrar, salir, correr, huir hacia delante…
Aunque nunca llegases a ninguna parte…
Yo me planto hoy aquí… ni un paso más,
Ni un sólo paso más para mirar atrás.

El asfalto cabrón, entretejido a las arterias,
me matará por dentro dejándome sus huellas.
Y la verdad es plata, desdentada y huidiza,
Las cuentas del collar de perlas hechas trizas.

Al verlo me hago daño, me destroza,
porque no hay ni una verdad en tanto esbozo
Inmolarse y dejar pedacitos en todas partes
Toca mi piel y corre, corre como nunca antes.

Sospecho que el mar no se termina nunca
y remar puede ser una muerte perfecta.
Tropezar y caer es aprender a lo lejos
pero la vida se ve diferente… cuando estás en el suelo.


Una duda,
un espejo,
un sueño de mimbre,
una canción perdida,
una fragancia endemoniada y difusa,
una puesta de sol,
un pijama de cuadros,
un amanecer desde ese pelo largo,
una sonrisa imborrable en los labios…
y ese sabor a sal en tus mejillas,

que no merecían ni una sola de mis lágrimas,
ni una sola de las tuyas.


"El viento sabe bien que las banderas son las almas de los hombres,
por eso sólo sale y las ondea cuando va a despedirse, cuando viene de vuelta."

Marcos Calvo, Octubre de 2006

martes, octubre 03, 2006

Estatua de sal


Arriesgando la piel sin pensar en los pasos perdidos
hace falta tener valentía, y muy pocas certezas.
He podido crecer sin soñar, nada más que lo puesto.
Alentando poder caminar entre tanta maleza.

El tiempo no supo dejarme un cajón con tu ropa.
Tampoco me dejó escuchar la verdad de tu boca,
ni cuánto dejó tu rencor en mitad de la nada.
Ahora sólo me quedará el mar y ni una sola lágrima.

Yo ya puse mi piel a quemarse en la hoguera
Y no espero un reflejo de ti, ni ninguna quimera
No hay ventajas en sueños, ni hadas de cuento
No hay puntos ni comas... sólo quedan ya versos.

Soñar, era dar la otra mitad al mirarte a los ojos,
Me embebí en un berenjenal, que dejó sus despojos.
Empeñado en no pestañear, ni girar la cabeza.
Suspendí la verdad en el rincón que revoca tu ausencia.

Si guardaste un pequeño retal entre tanta prudencia
No te dejes llevar por la luz, y nunca te arrepientas.
Sal corriendo de aquellos fantasmas para que no te muerdan.
Échame a mí la culpa de todo aunque ya no la tenga.

No volví nunca desde la sensación, volví desde el olvido.
Y lo dejaré tal y como está, ¿será así más sencillo?
Y quizás es que tienes razón, y era más fácil antes,
cuando era una estatua de sal y podías odiarme.

¿No?

"...Volví a creer que se tiene lo que se merece
La vida es más compleja de lo que parece..."
Jorge Drexler

viernes, septiembre 15, 2006

Salitre en tus mejillas


"...Se conformaba con sentir cómo el aire arrastraba las olas del mar hasta la orilla. No pensaba en nada más mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar como ellas, más lejos aún -pensaba-, donde nadie pudiera alcanzar para romper aquel momento.

Poco importaba ya que la lluvia se estuviera deshaciendo de los turistas, que iban desapareciendo de la arena dejando tras de sí una senda de pisadas, todas, en la misma dirección como un reguero de hormigas, cuando ella en realidad lo que sentía era que necesitaba estar sola. Mucho más sola aún de lo que había estado nunca. Lo deseaba tanto que dejó de percibir la algarabía y los coches arrancando apresurados para volver a casa. Y su empeño agradeció las primeras gotas que trajo el viento de aquella turbia tormenta que se acercaba, cada vez más gris, cada vez más cerca, aunque ella ni siquiera pudo darse cuenta.

"No pensaba en nada más mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar
como ellas..."

Desde lo alto del acantilado, sentada sobre la hierba húmeda de la noche anterior, ensimismada, dejaba perderse la vista en el vaivén de las olas, mientras se liberaba de las esclavas azules que había comprado en el puesto de Rachid esa misma mañana, cuando aún reinaba el sol y las nubes no eran parte del paisaje. Apoyada con las palmas de las manos detrás del cuerpo, dejó caer su cabeza hacia atrás para abandonar el mar y descubrir el cielo: un cielo lleno de nubes grises y densas. En ese mismo instante volvió en sí, y se dio cuenta de que estaba sola, al fin, y que aún no había empezado la tormenta..."

"Salitre en tus mejillas... es un relato que nació de una mirada, en un segundo"

miércoles, septiembre 13, 2006

Carreteras por quemar

Recuerdo que hace tiempo escribí esto:

"...Que dormirte en la noche no sea
mojar una almohada con agua de sal
Que tu vida no tenga fronteras,
sino carreteras que están por quemar..."

























Y hoy tiene aún más sentido para tí, MaEQ

Esto no es sino un órdago al destino,
que hoy te pone contra las cuerdas
y mañana te devolverá más fuerte,
y más grande.

Una sonrisa,
de las que llenan la cara
y hacen grande el corazón,

lunes, septiembre 11, 2006

No cambiaré las comas de este cuento...

"Asusta el despertar, si no estás dentro...
pero hace mucho que me vi partir..."
Así daba comienzo el primer verso
que cayó de la luna, tras de ti.

Es leve el caminar de los recuerdos
aunque a su paso dejen un sentir...
algo que se apagará en cualquier momento
pero que no da luz, calor, ni hace reír.

La luna, entumecida entre el cemento,
no quiere ver ya más al sol salir.
Quizá ya se cansó: ganó el aburrimiento.
No encontró agujeritos para huir.

¿Cómo arremolinarse en un "lo siento"
si el corazón nunca ha dejado de latir?
¿Cómo cambiar las comas en un cuento
si ya no hay nada mío en tu jardín?

Y no hay una razón, o ya no existe,
para parar aquí, darse la vuelta,
y desandar la senda de ventajas
después de caminar mitad del cuento.

Ventajas eran tildes, ventajas eran comas.
Ventajas era el verso más triste en esta noche.
Ventajas será el cuento que no supe escribirte.
Ventajas era un sueño mucho más que imposible.

Y el sol no mira atrás, sino hacia dentro,
y sonríe: el dulce alivio de sentir
que todo terminó, como en un cuento,
cuando los labios llegaron al fin.

El cuento empezaría hoy sin ti.
El cuento, empezaría hoy, sin ti.
Él, cuento, empezaría hoy sin ti.
El cuento empezará... sin ti.

lunes, septiembre 04, 2006

How to forget your eyes...



How to forget your eyes...

How to forget your skin...

How to forget your smile...

Only if I... Only if I...

Only if I... kiss your lips.

Bisous, ma petite blonde...

miércoles, agosto 30, 2006

Historias perrunas

Hace tiempo que no escribo... bueno, miento, hace tiempo que no publico nada... porque escribir... escribo, aunque quizá el pudor... o más bien la dejadez me hacen maltratar desmerecidamente a este blog, este pequeño rincón lleno de telarañas, dónde parece que nunca pasa el tiempo si no me cuelgo, o me descuelgo, con alguna de mis perrunas historias a las que os tengo tan acostrumbrados (o acostumbradas...). Hay que joderse!!! Qué paciencia tienen algunos... y lo que os gusta releerme las chorradas!!! (Gracias, por cierto... no tienen por qué dejar de hacerlo, al menos no porque sea yo quién se lo diga!!!)



Lo que sí es cierto es que la mente vuelve (no sé si al cole) bastante despejada. La despreocupación se convierte en una forma de vida si la dejas opinar demasiado... pero también es un consuelo pensar que todos nos merecemos una tregua. Y es que yo soy un poco así, yo voy por rachas... aunque imagino que ya lo saben más que de sobra... y lo han podido comprobar por temporadas: hay que dejarme ir, verme marchar sin más, para que sea yo mismo el que luego vuelva, con más o menos decisión, al punto de partida (tres pasos más pa´trás o más p´alante). Y no es más que una forma de entender que sea el momento, que es el momento, o no, de partirse la cara... que es el momento, o no, para salir corriendo. No importa si acertamos o caemos. Ni más ni menos.

Al fin y al cabo, es cosa de un segundo, a veces dos, tomar la decisión equivocada... ¿Para qué emplear toda una vida arrepintiéndose? Tampoco es que yo acostumbre a reprocharme las cosas que he podido hacer y que no hice... a decir verdad, nunca lo hago... "fue por alguna razón", me digo siempre, aunque cuando lo piense... no me acuerde de nada. Al fin y al cabo, ingenua o inconscientemente, sigo teniendo la sensación de que si lo hice mal, pediré disculpas... y si lo hice bien... tendré que dar las gracias al destino y a mi queridísima abuela... que sigue rezando por mí... aunque yo, por convicción, nunca lo haga... y ella sea consciente, plenamente, de que conmigo ya no hay más remedio...

El caso es que hemos vuelto ahora que se acaba el veraneo (mis teclas y yo... no piensen mal, no es que tenga doble personalidad... no, todavía), y hemos vuelto con otra forma de mirar... no sé, con otro aire... algo más desenfadado, no sé si menos profundo, más directo... Yóquesé... les invito, ¿Porqué no?, a comprobarlo... si no tienen nada mejor que hacer, que leer o que ver en el telerio... no tienen más que entrar, si quieren, sin llamar al timbre: casi seguro que estaré despierto.

Os brindo algún que otro lametón perruno,

Marcos Calvo

lunes, julio 10, 2006

Hoy siento oscurecer


Hoy siento oscurecer más que otros días
La luz se va sin mí, sin más, se marcha.
Hoy tengo entre las manos la agonía
Que deja en la mitad de mis entrañas
Aquello que soñé mientras reía...
hoy sueño sepultado en la alborada.

De tí, sin duda alguna,

Un beso al corazón,
Hasta siempre.

martes, junio 13, 2006

Me basta con una de tus miradas


Crepitando el vinilo en mis sentidos...
¡Es música lo que oyen mis oídos!
A pesar de que no hay ningún sonido,

solo estás tú... es música porque estás tú.

Acordes de miel y de sal
que sólo me hacen volar...
Camino hacia delante sin fin
sin los relojes de arena.

El ritmo se acomoda entre mis dedos,
que se enredan en tu pelo
acariciando la tierra...
para dejarse enredar por la marea.

Y no hay otra verdad que mis sentidos:
puedo cerrar los ojos,
y estás adentro.
Y verte junto a mi,
que estás afuera...
me basta con una de tus miradas.

Amor, clave de sol, silvar al viento...
viendo marcharse el sol,
y su regreso...
me basta ver la luz entre tus ojos...

Sólo por despertar entretejido
a tus brazos de algodón...
a tus abrazos...
descuelgo tus alas del firmamento.

Me haces tan feliz, con tanto, con tan poco...
me basta con una de tus miradas.

Si despiertas,
búscame entre tu ropa y tus mejillas...
Bsssssssssss

viernes, mayo 19, 2006

Despertar, con la suerte a nuestro lado

A vosotros, que sois la salsa de mi vida
y que, casi sin quererlo,
me dais tanto con tan poco...















Estaré donde el destino me coloque
pero os tendré siempre cerca,
donde las venas se estrechan,
mirando siempre hacia el norte,
para brindar y brindar
por vuestros sueños y golpes.

SOIS LOS MEJORES,

Marcos

miércoles, mayo 17, 2006

Angel de la guarda


A cuatro palmos del suelo,
con cinco años de ensueño,
Seré tu ángel de la guarda...
Más allá del recuerdo.

Caramelos de freza para tí,

martes, mayo 16, 2006

Quiero verte volar


Quiero verte volar
Como el destino, que te trajo hasta mi norte.
Quiero verte soñar
Como la luz que baña el mundo de colores.

Quiero verte volar
Como un cometa a más de mil metros de altura,
Quiero verte soñar
Como tus ojos me cuelgan de locura.

Aunque el recuerdo siempre me haga de las suyas
Ya no tengo ni una sola incertidumbre.
No hago más que sonreír desde la cumbre…
Y toco el cielo cuando cuento con tu ayuda.

Quiero volver al lugar
Donde la noche no se acaba ni se oculta,
Quiero volver a soñar
Junto a tus ojos que responden sin preguntas.

Quiero verte volar
Volar conmigo sin la sombra de la duda,
Quiero verte soñar
Y que me lleves de la mano hasta la luna.

Aunque me lleven los demonios al infierno
He decidido volver a tirar los dados.
No sé decir muy bien cómo ni cuando,
Pero está claro que has llegado en buen momento.

Quiero volver a empezar
Cantando fuerte con tu voz como principio.
Quiero volar y volar…
Y que este viento me allane los precipicios.

Quiero volver a tocar
Tocar el cielo en el tejado de las musas,
Quiero poder despertar
Junto a tus ojos, tus manos y tu cintura.

Y si el destino me despierta en otro puerto
Donde las nubes sólo entiendan de tormentas,
De mentira, de dolor a manos llenas…
Esperaré por si se abre de nuevo el cielo.

Quiero ser tu verdad
Y tener cerca tus labios de caramelo.
Quiero poder respirar
Dentro del gran corazón que llevas dentro.

Quiero verte llegar
Con un manojo de ilusiones y de estrellas,
Quiero poderte esperar
O que me esperes tú, siempre despierta.

Quiero saltar del umbral
Y ver el cielo siempre azul, saber que es cierto.
Quiero verte feliz...
Porque tu lluvia me ha calado hasta los huesos.


Por tí, L,
bajo el sol, bajo la luz de las estrellas...
...Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la b.

martes, mayo 09, 2006

Espejismo en mis sentidos


En cualquier espejismo
siempre queda un recuerdo.
Si forjaste un anhelo…
Fue a costa del abismo.

El albor no regresa,
Ni tampoco su estela.
Sólo queda un destello
en la luz de las velas.

Polvo de luz,
Polvo de estrellas.
A caballo entre el cielo,
En mitad de la tierra.

Y un sutil esperanto
Ha movido su lengua
Para darle a tu canto
Ese brillo de estrellas.

Azulado es el tiempo
En mitad de la nada,
Cuando soplaba el viento
Que meciera tus alas.

Polvo limpio en los ojos
Lágrimas de inocencia,
A caballo entre el cielo...
Y en mitad de la tierra.

Es el polvo de estrellas quien sin querer me ciega,
me ciega los sentidos... no tenerte más cerca.

A tí, A.
Será cosa del recuerdo o un capricho del olvido.

domingo, mayo 07, 2006

El beso que nunca te dí...


El beso que guardé, se quedó sin mejilla.
Quizá se desprendió, sin que me diera cuenta…
No sé si de esperar se marchó de puntillas,
O alguien me lo robó… sin darme alguna pista.

De mis cuentas pendientes,
Siempre en números rojos,
El beso que guardé
Se marchó con tus ojos.

Me acuerdo, sin querer, del beso enmarañado
Que no llegó a tu piel porque quedó en mis labios
Más de una vez soñé… con habértelo dado:
“Quise y no pudo ser…” escribí en el diario.

Con un recuerdo en la mente
Apresado en cerrojos
El beso que guardé…
Revolotea aún... en mis ojos.

El beso que guardé se perdió en mi cartera
Esperando verte llegar, esperando tu vuelta,
Pero perdí la razón como una enredadera
Que, por buscar el sol, no entiende de fronteras.

Y debí ser más valiente,
Pero me olvidé el arrojo,
El beso que guardé
Huyó sin ver tus ojos.

La tierra está perdida de latir por tu ausencia
No sabe qué decir aunque te sienta muy cerca
La espera no es mortal, pero hiere la urgencia
Al fin y al cabo perdí poco a poco la inocencia.

Y debí ser más valiente,
Pero me olvidé el arrojo,
El besó que nunca que te dí…
Me hizo no olvidar tus ojos.

El beso que guardé, vivirá entre mis dedos.
Al menos si el recuerdo me salva de perderlo
No sé muy bien por qué, sigo pensando en ello,
No sé muy bien por qué… me muerdes aún en sueños.


A lo lejos se vislumbra el horizonte,
¿A dónde van a parar los besos que no me das?

Marcos,

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"Tu beso se hizo calor;
luego el calor, movimiento;
luego gota de sudor;
que se hizo vapor, luego viento...;
...movió el aspa de un molino;
mientras se pisaba el vino;
que bebió tu boca roja."

Jorge Drexler, "Todo se transforma"
Pertenece al disco "Eco" - 2004


martes, abril 25, 2006

Serenidad


De luz, de arena y agua son mis sueños
Color de mermelada, albaricoque...
Al aire se orearán las rasgaduras,
las nubes volverán... sin que el agua me toque.

Son aires de verdad,
son sueños de cristal...
espigas buscando el sol desde el trigal
son almas sin carton,
desprovistas de la trampa al corazón.

A pesar de vivir del desconcierto
sigo pintando con pinceles en el cielo,
sigo creyendo en mi, sigo en la brecha...
quizá me sobra corazón, me faltan flechas.

Sueños de cristal,
Sueños de verdad...
Dulces de calor, luna turquesa,
como la sensación que dejará en los labios
la húmeda sinceridad que el alma expresa.

(Porque, a veces, te encuentras contigo mismo...)

lunes, abril 10, 2006

Un mar de nubes

Navegar a bordo de un sueño de mimbre
Ya casi sin ver, bordeando la tierra…
por un mar que castiga mi piel en salitre,
en salitre del aire que sin querer me ciega.

Anhelos de un mar que hoy es sólo de nubes...

martes, marzo 21, 2006

Tan sólo con un dedo

Si eres capaz, tan sólo con un dedo,
de tapar el sol... y lograr que no te vea:
Eres capaz ya de casi todo...
de eso y mucho más... aunque no lo creas.

"Polvo y alas rotas
en el temblor de una partícula de nada..."
(De Manolo García - Ardió mi memoria)

domingo, marzo 12, 2006

A los ojos...


Como quien mira a los ojos
tratando de encontrar el firmamento.

A Julia,

viernes, marzo 10, 2006

Caramelos de Freza

Caramelos de fresa en tus mejillas
Te delatan, te sonrojan en la piel
y dicen de tus sueños, maravillas
mucho más grandes de lo que podrás crecer…

Que serás, y eres, de azúcar,
Piruleta, pizpereta sonrisa en tu boca
Y tu risa, desmedida e inocente,
Casi loca… doblega mi sensatez.

Nunca pude imaginarte tan inmensa
Aunque sé bien que lo eres, yo lo sé.
Nunca pude ni pensar que te quería
Tanto como te puedo querer…

Mi cabeza te alejaba, al saber cuanto dolía…
No poder contarte cuentos,
No poder jugar sin tiempo,
No curarte las pupitas al caer.

Sin embargo, apareciste… a hurtadillas
A abrir la puerta corriendo… sin saber
Que era yo, de nuevo, Coco…
Coco-loco…abuelo de mentira y de papel.

Me abrazaste… sin pensarlo,
Sin dudar, sin saber qué debías hacer…
Y tus brazos me rompieron las cadenas
Me llenaron de alegría y de porqués.

Me sentí como un viajante
Que volvía de nuevo a casa
Otra vez,
Me doblaste, poco a poco… sin querer.

De rodillas, pequeñito me quedé
Y tú qué grande… arañando el cielo
A pocos palmos del suelo…
¡¡¡Qué grande que vas a ser!!!

Lengua de trapo y de flores
que está aprendiendo a leer
Y todo a tu alrededor… es de colores
Del sueño de un cuento el pincel.

Y aprendes del aire al pasar
Tus ojos pueden ver mucho más
Acaso que los míos, o los demás…
Gracias a tu indomable ingenuidad…

Y al Alba, el Rocío… despertará
Justo en ese momento,
tus ojos arropados de pestañas
se abrirán al cielo abierto, se abrirán.

Niña de chocolate y manos zuzias
Que dejaste en mí tanta y tan pura vida
Haciéndome soñar como tú sueñas
Volver a ser un niño como nunca…

Algún día te reirás de tantas cosas
Si las recuerdas, a ellas y a mí…
Quizás aún revoloteen las mariposas
Y queden flores en tan inmenso jardín

Brindis al sol, dicen las hechiceras…
Por tu inmensa sonrisa, eternamente,
Porque serás feliz, sin ser princesa,
Por los caramelitos, siempre de freza.

Y siempre, Rocío del Alba, por ti.


A tus casi cinco años, por tus cinco sentidos... siempre atentos, siempre ingenuos.

A tu lengua de trapo,
los ojos de gato,
Tus manos de zapo,
nariz de conejo y tus orejas...
llenas de caramelos para tí.

domingo, marzo 05, 2006

Un día yo te vi volar...





Tengo el alma ensimismada de volar
Alrededor de tus ojos, tu sonrisa…
Ya no sé muy bien si me lleva la brisa,
O es el mundo que ha dejado de girar.

Encadenas tus palabras a mi ser,
Latigazos, cada vez que pestañeas,
Y descubres en mis ojos las mareas
Desbocadas por la luna de tu piel.

Son tus labios, son tus gestos…
Es tu voz que para el tiempo
Eso, y todo…
…lo que hay a tu alrededor.

Que se para en un momento
Para descubrir que es cierto
Que eres ella…
Que eres tú la que cayó.

Mis latidos galopando sobre el mar
Me salpican de una sal de fruta fresca
Ahí no hay más que sol de dulces primaveras
Maduradas con sonrisas de soñar…

Y si el mundo se ha parado hoy por ti
Es tan cierto como que caíste del cielo
Para volcarme del suelo
y devolverme… las ganas de sonreír.

Son tus labios, son tus gestos…
Es tu voz que para el tiempo
Eso, y todo…
…lo que hay a mi alrededor.

Se paró de golpe el tiempo
Para hacerme ver que es cierto
Que eres tú, niña morena,
Ese ángel… que del cielo se cayó.

Soy un tipo muy normal, sencillo y franco,
Y un sincero manojo de sentimientos…
Un iluso que aún puede soñar despierto,
Y un soldado que nunca disparó al blanco.

Tengo un corazón blandito y sin disfraz,
Y un saco llenito de un montón de sueños,
Mis manos para luchar sin armamentos,
Y una vida para hacerlos realidad...

También traigo mi pasado al caminar
Que acompaña cada uno de mis momentos
Mientras fijo la mirada al firmamento
Que mañana sólo quiero despertar…

Tengo el sueño encaramado en una nube
Y un montón de caramelos, nata y fresa,
No soy más que las cartas sobre la mesa
Nunca pude ofrecer más que lo que tuve.

Son tus ojos, mis adentros
Sólo tú paras el tiempo
Eso, y todo…
…lo que hay a mi alrededor.

Se abrirá mañana el cielo
Para hacerme ver de nuevo
Que aún existes…
Como ángel… que del cielo se cayó.

Y si caigo: siempre tendrás un lo siento.
Si preguntas, nada más que la verdad.
Si te asustas, te resguardaré en un cuento.
Si me engañas, no volveré nunca más.

Y si sueño, tendrás almohadas de nubes,
Si despierto, todo lo que llena el mar.
Si te enfadas, yo te esperaré en silencio…
Si sonríes, tengo todo… nada más.

Son tus ojos, lo que quiero,
y tus besos,
Eso, y todo…
…lo que hay alrededor.

Se abrirá mi piel por dentro
Para hacerme ver que es cierto
Ya no hay duda:
Un día yo te vi volar… y lo recuerdo memorablemente.

Te debo una sonrisa más...

miércoles, febrero 22, 2006

Despertar















Despertar embravecido como el mar
Es parte del rumor que muerde de latir
Sin mucha explicación, casi pestañear
Dar sentido a la razón que desea partir.

Es sólo un día gris, de un frío y triste gris…
Horas de salvación, minutos de locura
Oscuro día gris, de un triste y frío gris
Ya no más compasión, ya no más amargura

Yo empeñado en caer, devanando los sesos
Aliento de cristal, garganta en fuego ardiendo
Nada que reprochar, no hay nada entre los dedos
Osada es la pasión aunque ganen los vientos

Taimada sensación en las manos, de versos
Ensenadas de luz, arena y cal en los anhelos

Queriendo mascullar, enquistado el veneno,
Una voz dice ser la única del recuerdo
Isótopos de luz salivan en silencio
Esperando la vez, esperando el momento
Rasgados de la piel que separa el empeño
Oscura es la razón que clama desde dentro.

Ojeroso recuerdo la sal de aquellos sueños
La verdad ya no duerme conmigo tan lejos
Viviré del camino que me trajo el recuerdo
Imaginando el solsticio que dejó ese silencio

Devastado el desierto y borradas las huellas
Apresado el destino en un bosque de estrellas
Trataré de encontrarme a mi mismo sin ellas
Enhebrando una aguja de furor que no llega

Daría un grito en el cielo que volviera a la tierra
Empeñado en golpear a ese sol que no sueña
Más no tengo razón para echarle la culpa
Imagino que el mar no terminará nunca

Pasa el tiempo al rasgar cada página muerta
Abocado a mirar atrás si golpean la puerta
Raras veces sonrío si se ahuecan las alas
Arrinconar la tempestad de la voz de la nada

Soledad es el nombre de una musa empañada
Irradiando la paz y el dolor que desgrana
Es mujer, ya papel, del color de las aguas
Mar de sueños y fe, mar de luna sin calma.

Para ahuyentar el dolor hecho castigo
Rescato del arcón pesadillas que hablan,
Esperan la verdad, y no juegan contigo,
Mi verdad vale más que mil crudas palabras.

Unos versos caprichosos...
han querido despertar la tempestad que hoy arde dentro.

jueves, febrero 16, 2006

Igual que llegó... se ha ido


E igual que llegó… se ha ido. Casi sin querer entrar, se fue caminando, calle abajo, con media sonrisa en los labios mientras pensaba en todo esto. Mientras se le deshacían los pensamientos en la cabeza y confirmaba sus expectativas, mi esperanza, escurridiza, se marchaba ensimismada calle abajo, entre el pequeño espacio que quedaba entre los adoquines de la acera y las suelas de sus botas, paso a paso. Casi sin tiempo de respirar de nuevo, ni siquiera intercambiar unas palabras, pasé a formar parte del olvido. Sin más pena ni gloria, fui vencido… más por las circunstancias que por las desavenencias que tengo con el destino.

Un olvido escurridizo y pasajero, como la ilusión de un niño que, pegando con insistencia la nariz a ese cristal que le separa de su sueño, tiene que abandonarlo, ya vencido, por la tozudez de las circunstancias y por su mamá, que tira de sus sueños y de su brazo, para continuar caminando calle abajo.

Fue un sueño excepcional, mientras duró. Aunque, a decir verdad, fue sólo mío. Del que despierto hoy, más ensimismado que vencido.

lunes, febrero 13, 2006

Quimeras

Una voz despedaza sus recuerdos
Tratando de ahuyentar las pesadillas
Que forjaron las mil noches de silencio
en alforjas de quimeras y caricias.

Quimeras… Caricias
Sin piel, sin voz, sin otro corazón…

Al tiempo en que afilaba su navaja
Dejaba de mirar la luz del día
Desoyendo los deseos y las palabras
Osó fijar la fecha de partida.

Deseos…Palabras…
Sin piel, sin voz, sin otro corazón…

Y la luna fue testigo de su afrenta
Con él, consigo mismo, lucharía,
Por no volver atrás, alma sedienta,
Hasta dejarse el corazón, quizá la vida.

Un alma… sedienta…
Sin piel, sin voz, sin otro corazón…

Enconando la mitad, mitad sería
de una piel resquebrajada, dolorida,
dónde posar una mirada ya perdida
y mantener esa verdad, media sonrisa.

Mirada perdida… Media sonrisa…
Sin piel, sin voz, sin otro corazón…

Pasión de contrabando lleva dentro
Que ciega la razón, la voz se rompe.
Sus sueños son azules, pensamientos
Que se ordenan y revuelven en la noche.

Sueños azules… Revuelven la noche…
Sin piel, sin voz, sin otro corazón…

Sabía bien que a dentelladas moriría
Y morirá, sin duda, morirá algún día
Posiblemente, en una cueva hoy escondida
Donde esa piel no sea su punto de partida.

A dentelladas…una cueva escondida…
Sin piel, sin voz, sin otro corazón…

Es parte de la luz del mediodía
Pero es noche, también, a las estrellas
El brillo trae la luna que, escondida,
puede verla, cada noche, siempre bella.

Brillo de luna… es noche a las estrellas
Sin piel, sin voz, sin otro corazón…

De quimeras, esencias y pesadillas…
Sin piel, sin voz, sin otro corazón…


Viento volador...bajo la piel de una pasión.

domingo, febrero 05, 2006

Una sugerencia cinematográfica...

"El Jardinero Fiel" (The constant gardener, 2005)
Basada en la novela de John Le Carré.

Una verdadera obra maestra,

No se la pierdan. ;-)

sábado, febrero 04, 2006

De una calle en el olvido

Me acusaba con su mirada perdida desde la lejanía. Al fin y al cabo, yo era un hombre más que se cruzaba, literalmente, en su camino. Aunque reconozco que no fue del todo así. Fue mi mirada la que se cruzó con ella al caminar o, por lo menos, con lo que hoy quedaba de lo que fue. Rompía de un plumazo, en su caminar, cualquier parecido con lo que pudiera ser un movimiento asociado al ritmo, tambaleando su trayectoria al gusto del azar y de la gravedad.

Algo me empujó súbitamente a cambiar de acera. Algo, no sé muy bien por qué, me hizo cruzar la calle sin apenas tener en cuenta el tráfico habitual, ni los coches y las motos que suelen embocar esa calle con una mezcla de ansia y despotismo para con los viandantes, sin tener en cuenta a los peatones apostados a ambos lados como fichas anodinas de ajedrez.

Y es que antes de irrumpir el negro asfalto para alcanzar la otra orilla, casi sin pensarlo, embosqué un cigarrillo entre mis dedos mientras me tentaba los bolsillos con el ánimo reflejo de hallar un mechero con el que dar vida a ese infortunado pitillo y aportar un poco más, y digo un poco, de humo sin piedad a mis pulmones.

En ésas estaba cuando, involuntariamente suicida, logré llegar a la maltrecha senda que quedaba entre la fachada del Ministerio de Justicia y los bolardos comunicantes con el alquitrán, por la que, justo de frente, venía ella como un péndulo asustadizo.

Ni siquiera me dio tiempo a colonizar el bordillo cuando se concentró en mirarme a los ojos despistados para pedirme un cigarrillo que sabía con certeza que tenía. Un aspecto denostado y ojeroso delataba el cansancio que portaba en sus adentros. Una lata de cerveza en la mano izquierda que, semioculta en un jersey de gran tamaño que parecía haber dado de sí hasta el límite, daba de un plumazo la razón a la lamentable imagen de derrota casi eterna y repetida ya en sus ojos y su rostro.

[Continuará...]

viernes, febrero 03, 2006

Lo que se me escapó de un suspiro...

"...Entonces...
yo daré la media vuelta
y me iré con el sol...
Cuando muera la tarde..."

"La media vuelta" - José Alfredo Jiménez (México)

martes, enero 31, 2006

Y detrás del sol...



Al abrigo del recuerdo
arde una vida,
aunque el sueño fuera cierto
mientras dormías.

Embebido el horizonte,
calla la brisa
Sin pañuelo en que soñar...
Viviendo deprisa.

Y detrás del sol no hay nada,
No busques nada.
Detrás de la luna…
Sólo queda tu mirada.


Empeñaste cada palmo,
Cada caricia…
Sin pensar: “…mañana es tarde”
Polvo y cenizas.

Limbo de huecos sombríos,
vientres de leche.
Que soñaban con volar,
con sólo verse.

Y detrás del sol no hay nada,
No busques nada.
Detrás de la luna…
Sólo queda tu mirada.

De medias verdades,
en medias mentiras...
Quedará siempre dolor,
batallas perdidas.

Se rindieron hoy, al fin,
las pestañas del alma.
A gritos, compasión,
llorando las palabras.

Y detrás del sol no hay nada,
No busques nada.
Detrás de la luna…
Sólo queda tu mirada.


Y a menudo sueño en pie,
sueño con esa sonrisa:
la de después de besar …
tus labios de mentira.

Y a menudo estás aquí,
A menudo, te marchas.
Como el sol que vive en ti…
Que extraño cuando falta.

Y detrás del sol no hay nada,
No busques nada.
Detrás de la luna…
Sólo queda tu mirada.


Y detrás del sol no hay nada,
No busques nada.
Detrás de la luna…
Estará el sol… para mirarla. (y/o mimarla... lo que ustedes prefieran)


Un guiño al corazón, y otro a ustedes... que son parte del telón de mis canciones.

Gracias, como siempre,

De todo corazón...

Marcos Calvo

jueves, enero 26, 2006

Weakness [...o la debilidad del alma]

Volqué toda esperanza en aquel vaso
Lleno de alcohol infiel, lleno de trazos.
Buscando una verdad, bebí mentiras.
Y el alma vomitó por las heridas.

A plena luna fui ruido de copas
A pleno sol, derrame de mil gotas
Agua de sal, que corre cristalina
Curando al mismo tiempo en que camina.

Sangre de sueño en piel de panacea
Que hacen que te sienta y no te vea,
Sueños sin alas que vuelan, y que vuelan
hasta que ese latir los trae de vuelta.

La luz no brilla más con tantos grados
Al alba, desperté colmado en rayos.
Y el cuerpo dolorido de ataduras
Que daban la resaca por cordura.

Me arrastra el vendaval de ese capricho
Que mata sin morir, como un mal bicho.
Al encontrar cristal en mi costado
La almohada recordó el sabor salado.

Se filtra el esplendor, vapor de hielo
Que quema de rozar, de desconsuelo.
La voz se pierde en su camino ausente
Aunque el recuerdo vuelva…
intermitentemente.

[As Strangers in the Night... Dreaming above the weakness]

jueves, enero 19, 2006

La cara oculta de la luna


Se miraba en el espejo como una adolescente coqueta y apasionada, mientras regalaba todo un catálogo de furtivas sonrisas a aquél cristal adosado al exterior del fotomatón. Se afanaba en darle vueltas a un pañuelo azul en su cuello, buscando la adecuada posición hasta encontrar la más idónea, la que quedaba bien, ante sus ojos. No era domingo, pero eso daba igual. Tampoco era ya una adolescente, ni la esperaban en ninguna parte para ir al cine o para pasear por la avenida. Era aquella forma de reflejarse, a pesar de todo, con la habitual forma de mirar que sólo poseen las mujeres, en su innato seducir, siempre incansable.

Quizá se percató de mi presencia y, sin que me diera cuenta, me descubrió espiando su quehacer pero, de ser así, siguió fingiendo, como sólo ellas saben fingirlo, con su dulce orgullo. Convencida de haber encontrado la posición correcta, se giró dejando atrás aquél espejo, volviendo a la verdad de bolsas blancas, harapos y cartones de un rincón que era su casa, desde hace ya algún tiempo. Aquel fotomatón no era su techo ni el suelo adoquinado era su tierra, algo evidente por el color de su piel, negra, y el pelo rizado y también negro que asomaba donde aquel gorro de lana no alcanzaba a cubrir por completo su cabeza.

El invierno es más que ingrato en estas calles y sus manos, ya curtidas, maltratadas por el frío, revelaban en sus dedos muchas noches sin dormir entre cartones, muchas noches de apretar los dientes sin soñar, sólo perdiendo el sentido. Un millar de bolsas blancas de distintos supermercados rodeaban lo que era su estancia, sin saber qué contenían, se podía intuir que, desde luego, eran la poca herencia recogida y acumulada en cierto tiempo. Dos grandes garrafas de agua, de plástico, transparentes, algunos trapos y lo que parecían zapatos viejos culminaban el resto del equipaje que, junto a las puertas de aquel Champion, podía mantener “expuesto” ante los ojos de los viandantes...

[Continuará...]

domingo, enero 15, 2006

Hoy volvió a llover...



Y el resto de la historia... de sobra la conocen.

[Esperando una borrasca... de palabras... la tormenta es inminente entre los dedos]

sábado, enero 07, 2006

Para no olvidar


“De un tiempo lejano a esta parte ha venido perdido,
sin tocarme la puerta, recuerdo entrometido.
De un tiempo olvidado ha venido un recuerdo mojado
de una tarde de lluvia, de tu pelo enredado...”
["Para no olvidar" – A. Calamaro. Los Rodriguez]


Otra vez me ví llovido por la lluvia. Y fue, como viene siendo habitual últimamente, una experiencia demoledora para mis sentidos. No puedo evitar sentirme vivo, quizá más vivo que nunca, bajo la lluvia que cala mis adentros, limpiando mi piel y disolviendo en agua el barro de esos fantasmas que ocasionalmente, como protagonistas de mis más remotas pesadillas, me devoran la mitad de lo que es mío.

La noche se abandona al ruido terso que producen las gotas al latir en el
asfalto.

Sin embargo, ya tuve, como bien saben ustedes, más de una experiencia parecida con la lluvia que cae del cielo. En este Madrid, lo reconozco, una lluvia algo mugrienta e insalubre pero, al fin y al cabo, lluvia. Por mi parte, me temo que empieza a ser una tentación irrefrenable, sólo comparable a las que puedan tener los mal llamados locos, aquello de dejarme empapar por las gotitas que golpean los cristales para recorrer las calles buscando una vía de escape que las deje llegar hasta las alcantarillas. Sentir en la cabeza esa humedad poquito a poco, un agua que enreda el pelo y busca un lugar por descubrir, una pequeña hendidura por donde colarse y deslizar su encanto, hasta alcanzar en su viaje la punta de la nariz. Empañando mis gafas, irremediablemente, mientras enjuaga el pensamiento y baja la temperatura.

Las calles, vacías e inundadas en mil diminutos ríos, ven pasar corriendo a más de un cobarde que olvidó en casa el paraguas. También a los que esperan una tregua, bajo un mal soportal o marquesina. Un coche con las luces encendidas espera la hora de partida a través de los cristales empañados. Yo sigo caminando entre corrientes y cruzo, sin mirar a ningún lado, las calles, una y otra, mientras me río del color de los semáforos.
La noche se abandona al ruido terso que producen las gotas al latir en el asfalto. Es una procesión de abandonados: caer no es el final, sino todo lo contrario. Y mientras camino a casa: nubarrones, que poco a poco van buscando otro lugar donde disolver los esquemas, los pretextos. Escondo el cigarrillo bajo mi mano, tratando de que no se moje más de lo necesario. ¿Será verdad que pierdo a cada paso el paso dado? No es más que caminar, pienso en voz baja, mientras trato de entender el enunciado. Es posible que sea así, seco o mojado. Me gusta caminar al fin y al cabo… pero no es importante para mí contar los pasos. Si fuera así, de nada hubiera disfrutado.
[Gracias por seguir ahí... a pesar de tanta intermitencia, pero aún tengo muchas cosas pendientes de publicar y que, espero, llegarán prontito. Manténganse a la escucha. STOP.
Un abrazo, STOP]